martes, noviembre 08, 2011

Una renovación artistica

Paula Juliana Torrado desde pequeña se entusiasmó con la pintura. A su corta edad ha logrado que sus trabajos tengan reconocimientos en el círculo artístico de la ciudad. (Foto Laura Soto /La Opinión)
La Fundación Museo Centenario de Norte de Santander y Ciudad de Cúcuta, puso a disposición su espacio a la escuela de formación artística Taller Abierto del Centro Cultural Pilar de Brahim, para desarrollar una propuesta de creación artística denominada “Renovación”.

Con esta propuesta que reabre de nuevo las puertas de la Fundación al público, se desarrollaron una serie de intervenciones y acciones ‘in situ’, de corte totalmente contemporáneo, que como acción catalizadora puso en funcionamiento una serie de mecanismos de relación dirigidos a reforzar las relaciones entre Público, Arte, y Artistas, generando un espacio de mucha libertad creativa y una conexión con el público.

En total fueron 12 artistas locales de las disciplinas de artes visuales, artes escénicas, literatura, fotografía, arquitectura, performance, grafiti, diseño grafico e industrial, los que intervinieron y ejecutaron dichas sus propuestas artísticas al interior y exterior de la casa del Barrio La Playa. Su labor fue vincular al público con sus trabajos, e incentivar a nuevos artistas y jóvenes interesados en el campo de las artes visuales.

Paula Juliana Torrado Arévalo, con apenas 17 años de edad, es una de las artistas que respondieron a la convocatoria. Para ello, la joven estudiante de bachillerato, realizó su obra ‘Escenario’, un collage hecho con recortes de papel periódico.

“Se trata de figuras de cuerpos que tratan de bailar, pero en realidad son marionetas. Los recortes de los periódicos es información sobre corrupción, violencia y política. La idea es mostrar lo limitados que están nuestros movimientos ante estas problemáticas que señalan los medios”, dice la joven artista.

El proyecto de creación ‘in situ’, en el Museo Centenario, tuvo una preparación de un mes. En este tiempo los artistas reconocieron los espacios disponibles, la infraestructura que podrían utilizar en sus trabajos y procedieron a realizar sus propuestas.

Las paredes de la casa están adornadas con puro arte. Colores, fotografías, iluminación y poesía hacen parte de las características que adornan la antigua casona. La idea es que se pueda remodelar y convertir este espacio construyendo en él, una locación propicia para las exposiciones artísticas. En otras palabras, adecuarlo con las condiciones propias de un museo.

María Alejandra Rodríguez Gutiérrez, también de 17 años, es otra de las jóvenes artistas que participaron en la exposición. Su obra titulada ‘Flórez nocturnas’, en honor a la canción de Silvio Rodríguez, está compuesta por distintos fragmentos de poesí, escogidos cuidadosamente para darle una armonía de preguntas y respuestas al espectador.

“Escogí este campo porque es lo mío. Me gusta la palabra y la poesía. Me apasiona esto y en los espacios donde se hacen exposiciones no se ve la palabra como tal. Siempre se venden libros, pero por qué no exponerla en una pared en donde se pueda digerir de una forma fácil y sencilla”, dice la artista.

Rodríguez dice que se le ocurrió realizar esta obra porque el espacio y la arquitectura se prestaban para manejar dos campos contrarios. “Hay un espacio que se opone, y como estamos hablando de la palabra, algo que sirve para esto, fue la fórmula de pregunta y respuesta. La persona puede leer en un lado y encontrar su complemento en el otro”.

El maestro Lucho Brahim, quien ha estado al frente de la coordinación de los artistas y sus obras, destacó la importancia de los espacios para exposición y las oportunidades de reconocimiento al trabajo de los jóvenes que se dedican al arte en la ciudad.

“Tenemos unos artistas que son consagrados y validando lo más importante de esta obra que son los jóvenes. Aquí tenemos a María Alejandra y a Paula que son menores de edad y han realizado unas obras que desbordan su edad. Entonces esto nos muestra una cantidad de talento que nadie sabe que existe pero que es de acá de Cúcuta, ese es nuestro mayor interés”, dice Brahim.

El fin de la exposición fue vincular a cientos de personas que que usualmente no participan de actividades culturales, para que se conviertan en multiplicadores de una nueva manera de abordar las prácticas artísticas, generando de así un nuevo público para el Arte. Comentarios

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