lunes, septiembre 03, 2012

Silvio y nuestra america


Silvio y nuestra america
Bohemia años 80.
Ilset Sulit- Tony Martin.

Al fin Silvio podría disfrutar de vacaciones este año y las iba a pasar en Varadero.
Se encontraba allí con unos buenos amigos matanceros, fundadores del Movimiento de la Nueva Trova, el grupo Nuestra America.

Hablaban del canto, la paz, la guerra, se dejaba acariciar por las olas, se vaciaba una botella, o dos, o ninguna de buen ron, y en el padre legitimo del unicornio azul y de una preadoslecente bellísima, prendía una idea.

-Llaguno (primer apellido del director del grupo). ¿por que ustedes no hacen un recital conmigo?.

Las olas robaban mucha arena aquel día de la playa, pero no lo emprendía con la feliz proposición.

Aquellos adolescentes que en la secundaria respondía al llamado de la Nueva Trova, ahora con sus titulos universitarios y desde hace apenas unos meses, profesionales de la canción se daban a la grata tarea de preparar su recital. Y nada más y nada menos que presentados por Silvio Rodriguez.

Los matanceros merecían sus privilegios. Tan diafanos y claros de voces como en su disciplinada y constante actitud diaria, al paso de los años, sembraban y ayudaban al fortalecimiento de los grupos vocales-Matanzas descuella en esta vertiente artística- y al desarrollo de la nueva canción, Llaguno es el presidente del movimiento de la Nueva Trova en su provincia desde hace un buen tiempo, prueba de su organizado esfuerzo.y, sobre todo, la calidad artistica alcanzada.

Sus versiones de la musica latinoamericana mantiene una linea arreglistica que responde a la mejor tradición coral, sin perder la gracia popular de la raiz orginal, no hieren al folclore para rendir culto a exquisiteces vocales, respeto guardado tambien en sus numerosas interpretaciones de la Nueva Trova. En sus creaciones, el instrumento humano, la voz, es el eje principal de la atención de la oyente. Los instrumentos levantados por el hombre son los acompañantes, mas no hay descuido en su sonido y saben rescatarlos en los paisajes precisos.

Para la gran invitación, Nuestra America fue asesorada, por supuesto, por Silvio y por quien siempre encuentra tiempo para dar una valiosa mano a los nuevos valores, el maestro Frank Fernandez. El conocido pianista fue el ángel custodio del larga duración de estos jovenes, lanzando el mercado en los días de la celebración del decimo aniversario de la Nueva Tropa.

Así, una noche, la idea de Silvio se vio engarzada de luz y color. El Teatro Nacional los acogia en su sala avellaneda. Y este teatro va alcanzado tradición de saber preparar los espectaculos.

Con la dirección artistico de Douglas Ponce, el diseño de luces de Fernando J. Alonso y el sonido a cargo de David Acosta, nuevamente se demostro que el más sotisficado equipo técnico es pura chatarra si el hombre no le inculca su calor.

El sonido logro precisiones óptimas para la apreciación auditiva de voces e instrumentos,las luces para los jovenes de Nuestra America fueron un respaldo excelente. Cada número contó con su equivalencia visual sobria, sin exageraciones.Lograron conjugar canto y luz para el amplio recreo estatico.

Salio Silvio primero con la ovación que siempre lo saluda. Largos preludios de guitarra en cada interpretación. Por su fertilidad, él convierte rapidamente su hoy en creativo en ayer cercano pues va albergando nuevas y nuevas trasposiciones.

Asi, disfrutamos "tanto y tanto cada parte", merecimos amor, indigamos paradero de unicornios, estuvimos junto a Nicaragua, soltamos palomas y se nos clavo una poema, de estos nacidos cuando uno mira la sonrisa de los hijos, se le nublan los ojos y ve al sol un día que demora al amanecer porque cánceres negros tronchan capullos: "yo soñe con aviones que nublaban el dia/ justo cuando la gente más contaba y reia/ yo soñe un agujero bajo tierra y oscuro/ y espero que mi sueño no sea mi futuro/...Si captura al culpable de tanto desastre, lo va a lamentar."

Despues, Silvio traía a sus invitados. Con una bellisima paloma volando al sol, viajamos por Nuestra America, sin excluir el archipielago cubano. Las cualidades del grupo y los elementos escénicos que contribuyeron a los largos aplausos, ya fueron comentados. Solo agradecer esta noche a la luminosa ideas de Silvio y pedir el proximo retorno de los matanceros.




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