martes, octubre 02, 2012

Analisis de Ese Hombre


Del libro Silvio aprendiz de brujo.

Eduardo Valtierra: En el concierto que Silvio dio en el Zócalo capitalino en mayo de 2005, contó de manera críptica una historia acerca de la canción «Ese hombre». ¿Puedes narrarnos con mayor amplitud esa anécdota?


Andrés Manuel López Obrador: Beatriz fue quien me hizo escuchar esa canción apenas había salido el disco Expedición. La escuché muy interesado, primero, y muy emocionado, después. Se convirtió en la canción de Silvio que más me gusta. En esa ocasión que cenamos, en mayo de 2005, le comenté que me gustaba mucho porque es una recomendación, un memorándum para todos los políticos de izquierda. Silvio me contestó un tanto sorprendido: «La escribí para mí». Me contó que la compuso cuando regresaba de Angola, donde estuvo en 1976 como brigadista internacional e, inmediatamente después de presentarse como cantautor en España, donde ya era muy famoso; sintió que había que remachar en no perder el piso. Es una canción bellísima, la letra es precisa: 1

1 En su libro La mafia nos robó la Presidencia, editado en julio de 2007, AMLO escribe lo siguiente: «Esa noche [se refiere a la del 20 de noviembre, en que tomó protesta como presidente legítimo de México] Silvio Rodríguez, hermano cubano, muy solidario como siempre, cantó ―Rabo de nube‖ y ―Ese hombre‖. Esta última composición es de mis preferidas. En una ocasión que cenamos juntos, le dije que esa canción me gustaba mucho porque era una recomendación, un memorándum para todos los políticos de izquierda. Silvio me contestó, un tanto sorprendido, ―la escribí para mí‖. Me contó que la compuso regresando de Angola, donde estuvo como internacionalista, e inmediatamente después de presentarse como cantautor en España, donde ya era muy famoso y sintió que debía cuidarse de no perder el piso. Es una canción bellísima, la letra es precisa…»Como puede apreciarse, este pasaje de su libro es congruente, casi idéntico a la respuesta que nos brindó.

Ese hombre que por hechos o por dichos

es respetado tanto,

ese hombre que por dichos o por hechos

es festejado tanto

debiera olvidar que casi iba solo

cuando desnudó aquella emoción

que ahora es de todos,

debiera olvidar que casi iba solo

cuando conquistó el cetro que hoy

le ciñen a coro.

Ese hombre que por hechos o por dichos

es escuchado tanto,

ese hombre que por dichos o por hechos

es contemplado tanto

recuerde por qué, por qué es que le quieren

recuerde que ha partido de sí

en pos de otros seres

recuerde por qué, por qué es que le quieren
recuerde que dar con una razón
alumbra deberes.


Ese hombre que por hechos o por dichos

es amado tanto,

ese hombre que por dichos o por hechos

es alabado tanto

se cuide de sí, se cuide de él solo

porque hay un placer perverso en creer

merecerlo todo,

se cuide de sí, se cuide de él solo

porque el mismo don que lo levantó

puede ahogarlo en lodo.

Silvio comentó que nunca había pensado que encajara para un político, para un dirigente social. Al día siguiente, fuera del programa, la cantó en su presentación gratuita en el Zócalo del Distrito Federal. De hecho, aludió a que su autor es un «tal Rodríguez», en referencia a la plática de la noche anterior, en donde también hablamos del proceso del desafuero que acababa de concluir, y aquellas alusiones clasistas al «señor López».

EV: ¿Cómo lograste que Silvio te acompañara en la toma de posesión del 20 de noviembre de 2006? ¿Consideraron la posibilidad de que el gobierno foxista expulsara a Silvio del país y que se desatara un nuevo conflicto entre los gobiernos de Cuba y México?

AMLO: Nunca se pensó en un conflicto entre los dos países a raíz de su intervención. ¿Por qué me acompañó Silvio? Más allá de la amistad que, como te conté, es relativamente reciente, lo que él sabe —y que es la razón por la cual nos acompañó— es que lo que nosotros representamos es auténtico. Él sabe bien que nunca vamos a traicionar nuestros principios ni las causas que defendemos ni a nuestro pueblo.

Para que viniera le pedí a una amiga, que es promotora cultural y lo conoce, que lo invitara de mi parte. Y aceptó de inmediato. Solo hubo un pequeño inconveniente: otro amigo se comprometió a pagar el hotel y escogió el María Isabel Sheraton. Ya estaban las habitaciones para él, su esposa Niurka y su grupo; sin embargo, como de esa cadena de hoteles habían expulsado a unos servidores públicos del gobierno cubano, el 4 de febrero de 2006, en plena campaña electoral, él no aceptó hospedarse ahí. Y tuvimos que buscar otro hotel. En su intervención, Silvio cantó «Rabo de nube» y «Ese hombre».2 Yo me emocioné muchísimo.

Respuestas recibidas por correo electrónico en junio de 2007

2 La noche del 20 de noviembre de 2006, el termómetro descendió hasta cerca de los cero grados centígrados. A pesar de ello, Silvio se presentó y cantó «Ese hombre» y «Rabo de nube». Estaba por interpretar «Te doy una canción», pero debido a que a su guitarra se le rompió una cuerda y a que tenía las manos entumecidas por el frío, optó por de-clamar la canción. En el diario La Jornada del día siguiente Jaime Avilés escribió: «su médico de cabecera le había prohibido viajar porque padece de una conjuntivitis sumamente agresiva […]. No obstante, vestido como el hombre de las nieves, con tres suéteres, doble chamarra, escafandra de lana y gorro, el músico poeta empuñó la guitarra tiri-tando, cantó dos piezas, recitó la letra de la tercera y escapó ante el desconcierto general de la multitud, que no sabía cuán enfermo estaba el pobre hombre». Por su parte, Arturo Cano señaló que Silvio Ro-dríguez saludó a AMLO «con una mano. Con la otra sostiene una guitarra prestada. Se le rompe una cuerda. No hay repuesto. Le ponen la cuerda de una jarana. Silvio termina recitando: ―Te doy una canción‖». Tania Molina Ramírez, en tanto, afirmó que Silvio

2 comentarios:

Unknown dijo...

Creo que la canción es un recordatorio para cualquier lider, en cualquier contexto. Junto con la admiración y los seguidores, está la resonsabilidad de ue el culto es hacia la vision compartida y no hacia el visionario.

MO dijo...

Siempre huí de las descripciones y análisis de los cuadros, también de las canciones, valoro mas la originalidad de las inimitables e infinitas versiones que de cada canción surgen según el oido que la escuche. La primera vez que oí ¨Ese hombre¨ mecánicamente pensé en Fidel, las siguientes, inconscientemente por entender la opinión de Silvio sobre la cuestión y e imaginar la reacción del apelado, me perdía en un abstracto dialogo del que yo era presente, incluso interlocutor . Ahora que descifro la intención, me reafirmo en lo anterior, pues ni puedo ni quiero borrar, el vinculo irreal que generé con los dos, a través de esa canción.