jueves, noviembre 01, 2012

"Yo cambio, todos cambiamos"


Por Dalia Reyes Perera

El mismo Silvio Rodríguez trasgresor, con pensamiento avanzado y crítico, fiel a su ética y sus esencias, el mismo trovador y poeta confiesa que necesita cambiar y que no sabe cómo va a ser mañana; el que comenzó con una guitarra en los lugares más apartados, diciendo cosas diferentes, y que no ha renunciado a decir lo que siente y a alzar su voz y su música para defender lo que cree.


Ese es el mismo Silvio Rodríguez, seguido por generaciones de cubanos y de jóvenes del mundo, el que visitó la ciudad de Santa Clara para continuar su gira por los barrios en sus versiones 35 y 36, que tuvieron lugar en Dobarganes y Condado.



Silvio accedió a sostener un encuentro con la prensa villaclareña, a propósito de un nuevo proyecto que ya tiene sus frutos, y que tuvo sus raíces en la Habana, según confesó:



“Hubo alguien que me sugirió una visita a un barrio y surgió la idea de hacer los conciertos en los barrios, es continuidad. Los que empezamos con una guitarra en calles, zaguanes, escaleras, portales, escalinatas, escaleritas, parques, casas de amigos, patios, así empezamos y es un poco volver a eso, ¿no? Esta idea fue para La Habana porque La Habana ha crecido periféricamente y son barrios en la periferia, donde hay hacinamiento, falta de electricidad y agua, y muy distantes de los lugares donde se hace la cultura. Es difícil para la gente que reside allí, porque las personas tienen que salir a las 4 de la tarde y llegan a la casa al amanecer, los precios de los teatros hoy son elevados. La familia cubana vive con un salario promedio de 400, 550 pesos al mes, con eso no se puede llevar una familia al teatro. Por esas razones, y también porque estamos en un momento de cambio en que gran parte de la población, cuyos trabajos dependían del Estado se han tenido que habituar a una nueva situación, por otra parte se eliminan gratuidades, por una visión más realista del mundo que hoy predomina en Cuba, entonces todo ello me hizo considerar que esto era lo que yo tenía que hacer.



Silvio confesó que la idea de venir a Santa Clara surgió a partir de una propuesta de los integrantes del Trío Trovarroco, de esta ciudad, con quienes comparte en su trabajo profesional hace varios años.



A propósito el bardo dijo: “Extender esa gira a Santa Clara es gracias a la invitación que me hicieron los integrantes de Trovarroco, con Rachid López, César Bacaró y Maykel Elizarde, llevamos trabajando unos seis años, y ya llevamos quizás cientos de conciertos. En una conversación empezaron a hablarme del barrio El Condado, y me pareció bien la idea de ir allí, entonces como hacemos dos conciertos, estuvimos de acuerdo en hacer otro en el barrio de Dobarganes. Hace poco hicimos dos en Cienfuegos, invitados por Los Hermanos Novo y estuvimos en San Antonio de los Baños también, de los 34 conciertos por los barrios que hemos hecho son los cinco que hemos hecho fuera de la Habana”.





Una vez más, el trovador y poeta volvió a hablar de la perfectibilidad del socialismo en Cuba, de la imagen del Che, de los cambios necesarios y justos que hoy enfrenta el país, de las inquietudes artísticas que aún tiene, de la suerte de la trova en la isla, de los sueños a los que no ha renunciado. A propósito de las modificaciones de la Ley Migratoria en Cuba consideró que era un paso imprescindible en los cambios que hoy se enfrentan en la isla.



“Yo he defendido desde hace años que haya cambios en las leyes migratorias -dijo Silvio- me he buscado críticas por esos criterios, pero creo que la alegría con que la gente recibió esta noticia habla por sí sola, yo creo incluso que esa ley es perfectible todavía, hay asuntos que surgen, una vez que se llega a un lugar, inmediatamente surgen las cuestiones nuevas. Todos estamos conscientes de ese cambio de pensamiento, sobre todo lo que toca a nuestros profesionales de la legislación, son cosas que hay que revisarlas y esclarecerlas y hacer justicia en todas ellas. Con respecto a la perfectibilidad de nuestro sistema, la idea nació en una Asamblea Nacional en la cual se estaba hablando de la irreversibilidad del socialismo en Cuba, y era establecer algo para siempre como si fuera inamovible. Y yo dije que sí, que nuestros socialismo debía ser irreversible, pero perfectible. La vida, la misma dialéctica nos enseña que debemos cambiar. El pensamiento de Carlos Marx decía que su divisa era dudar de todo, Marx no era marxista, era un filósofo, un hombre con sentido común, y los seres humanos debemos imitar a Marx, dudar de todo, mirarnos al espejo y comprender que podemos ser mejores, por eso yo plantée que nuestro sistema fuera irreversible, pero que también perfectible, que no pensáramos que habíamos llegado y ya, no podemos quedarnos conformes, no existe el ser humano sin inconformidad, miramos alrededor y vemos cosas mejorables, pero sobre todo debemos proponernos mejorar nosotros mismos , tenemos que ser capaces de vernos como somos y soñar con ser un poquito mejores cada día, la doctrina con que se emprenda una sociedad es la doctrina justa y científica que puede llevar adelante un pueblo”, consideró el trovador.



El mismo hombre que empezó en las escaleritas y zaguanes, que después fue a Casa de las Américas a la Escalinata y se convirtió en ídolo de los universitarios, o el que una vez subió al Barco Playa Girón para ver la vida de los pescadores de la isla, confesó que el tránsito por la vida es precisamente eso, “ni más ni menos que el ejercicio de vivir, hace poco me preguntaban si estaba conforme con lo que había hecho, si había dejado un legado, con tantas cosas por hacer uno no piensa en legado, sino en ser más útil y cómo puede hacer algo necesario, en eso estamos y esa es mi divisa”.



A propósito de la figura del Che y su huella en la sociedad cubana actual, Silvio reflexionó que “El Che jugaría hoy el mismo papel que jugó cuando estaba vivo, siempre tratando de mejorar la sociedad”.



Precisamente recordó sus diálogos con Haydée Santamaría y los que la Heroína del Moncada sostenía casi de manera cotidiana con los integrantes del naciente Movimiento de la Nueva Trova.



“Yo tuve el privilegio de ser amigo de Yeyé (Haydée Santamaría) y me acuerdo que ella nos contaba que en cierta ocasión Guevara le dijo un día de su cumpleaños que en el momento en que más la admiraba era cuando se “viraba” a la redonda y empezaba a disparar ráfagas (en alusión al sentido crítico y renovador de Haydée), y en ese sentido sentenció el cantautor: “así sería el Che hoy”.



No faltó en la conversación con periodistas villaclareños temas tan recurrentes y necesarios como el significado de la música para Silvio y sus inquietudes artísticas.



Sobre sus composiciones y la manera en que lo marcan como ser humano y artista fue rotundo. "La música es para mí todo, compromiso social, poesía, distracción. Es todo eso, es música, es poesía, entretenimiento, es haber tenido la suerte de encontrar una actividad que me absorbe, es importante encontrar una actividad así en la vida, porque cuando uno encuentra una actividad que lo llena, se siente uno muy pleno, y sé que las canciones provocan mucho en la gente, unos se divierten, otros bailan, otros cantan otros se ponen a pensar".



Más adelante expresó: “Uno corre el peligro del reconocimiento, corre el peligro de pensar que llegó, y entonces puede estancarse, pero también puede pasar que uno quiera ir más allá y llegue un día en que se encuentre que cada vez es más difícil llegar allá, son los riesgos del artista”.



Sobre el debatido tema del poder de convocatoria que hoy tiene la trova entre los jóvenes, consideró que es normal que las tendencias artísticas vayan y vengan, y recordó cómo en el momento de reaparecer la trova en Cuba, estaban de moda algunos ritmos como la rumba, el mozambique y de pronto apareció la trova, después llegaron la salsa, el jazz, el rock, el regguetón, como una muestra del ir y venir de la música de acuerdo con los tiempos que corren.



Anunció que está haciendo un disco a partir de una mezcla de canciones con el grupo cubano Diákara, y confesó que ha sido muy grato reencontrarse con esa música, bien grabada y bien interpretada por un grupo de talentos deslumbrantes.



Fayad Jamás decía con tantos palos que me da la vida y sigo dándole a la vida sueños. ¿Usted con qué sueña? fue la última interrogante para el fundador de la Nueva Trova en Cuba.



“Sueño con serpientes- afirmó Silvio al recordar una de sus canciones trascendente, y más adelante agregó: “siempre es difícil pronunciarse y decir voy a hacer esto, soy un hombre de suerte, pero no me gusta jugar con esa bondad que me ha dado la vida, no me gusta decir lo que voy a hacer, yo cambio, todos cambiamos, yo no sé cómo voy a ser mañana, tengo características que las he abandonado y otras que han permanecido en mí, entonces para qué emborronar cuartillas, quiero seguir así por la vida”, concluyó el cantautor, voz de la Revolución Cubana, y que sigue movilizando a las masas cada vez que se anuncia un concierto, ya sea en Cuba o en el exterior.



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