jueves, septiembre 26, 2019

Silvio y la gira por los barrios . 🇨🇺💖🇨🇺
"...No todo el mundo da concierto en un barrio...¿¡Caliente y marginal!? Eso nada más que lo da Silvio. Él viene a la caliente. Coñoooo, para alegrar al pueblo...porque esto es pueblo, esto no es glamour y mucho menos pasarela..." , dice una vecina de una barriada.
Los testimonios hablan: ...Un hombre con aliento de alcohol cantando "Ojalá".... Los más "marginales" se autoproclaman guardianes de los equipos... "¡ La era! ¡ La era! : grita un hombre desde el público, quiere subir al escenario, todos expectantes, no se sabe qué puede pasar, y, micrófono en mano, alaba a "su" Dios, Silvio, que un año antes fue a la cárcel donde estaba, cantó " La era...", y al día siguiente le conceden la libertad...

Comprometido con su tiempo, Silvio Rodríguez y todos los artistas que le han acompañado desde el 9 de septiembre de 2010 - fecha en que inició la Gira por los barrios- han logrado elevar el espíritu de los más necesitados, compartiendo canto y poesía, música y amor.
Orgulloso debe sentirse el Mayor José Alberto Álvarez López, quien tocó la puerta de la casa del trovador para pedirle que ofreciera un concierto en el barrio de La Corbata, antes Jefe de Sector allí. La gente necesitaba "algún estímulo" y se le ocurrió que podría ser Silvio quien acudiera: un año antes lo había visto cantando para los presos en una cárcel de Villa Clara. "... Había encontrado otro buen camino para andar", cuenta Silvio.
Su canto se dispersó, mirando de frente a comunidades sin agua o sin techo o sin calle, con alcohol o aburrimiento, en ruinas y en adaptación, con más o menos o ninguna esperanza: "...en estos tiempos me parece más necesario aún estar de cara, cercanos al pueblo, a los barrios, a la gente que más necesita el arte y a veces no tiene los recursos para ir a un teatro, porque no le alcanza (el dinero) o porque queda lejos y termina muy tarde...", ha dicho Silvio.
En los primeros años, hubo ciertos momentos en que los conciertos eran muy populares. La prensa a menudo los publicitaba y los seguidores iban en masa de un municipio a otro. Hoy la efervescencia ha bajado; los silviófilos siguen participando fieles, pero dejó de ser una moda. Esto a Silvio, que es un hombre de una coherencia total, no parece importarle en lo más mínimo.
La sorpresa parece la mejor opción, el no saber cómo reaccionará el barrio cuando arranque el concierto con una música muy diferente a los hits callejeros que suenan alrededor del montaje en las horas previas.
"... No he querido hacer un "show" de los conciertos... tampoco he invitado a otros, sino que he preferido tomar nota de los colegas que voluntariamente se han ido ofreciendo...", puntualiza el artista.
Los conciertos dejan huellas en el barrio, en la gente. Se lo dicen las llamadas, los correos, los mensajes que le llegan a Silvio y su equipo. En un momento pensaron que se quedaban sin barrios, pero siempre aparece otro lugar; aún les queda todo ese gran universo fuera de La Habana. Incluso, cuando hayan recorrido todos los barrios, siempre pueden volver a empezar. Los problemas que motivaron la gira aún están ahí, lamentablemente intactos. Y hay que seguir, Silvio lo sabe, sembrando amor.
" GIRA INTERMINABLE" le llama el trovador.

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