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lunes, abril 30, 2007

Silvio en Chile(I)

Silvio: Memoria trovada de una revolución
Joseba Sanz
La madrugada del 11 de septiembre de 1973 el Ejército chileno dio un golpe armado derrocando al Gobierno democrático de la Unidad Popular. Al mediodía Salvador Allende dirigió un mensaje al pueblo, a través de las únicas emisoras aun leales al gobierno, que finalizo con la canción venceremos del conjunto Quilapayun. Horas después caía asesinado en el Palacio de la Moneda defendiendo la dignidad de su pueblo con un fusil ametralladora en sus manos.

Aquella noche las noticias del golpe de la Junta Fascista y del asesinato de Allende llegaron a Cuba. Silvio recibió un fuerte impacto con la noticia y, sumido en el dolor por la muerte de Allende y por la incertidumbre ante la suerte que estarían corriendo sus compañeros chilenos: Víctor, Isabel, Ángel Parra, agarro la guitarra. Recordando aquel ambiente fantasmal de niebla dura y blanca en las calles enigmáticas de Santiago, aquella ciudad acorralada por el humo y la metralla, compuso Santiago de Chile:

Hacia justo un año que Silvio había cantado junto a Víctor en el Estado Nacional de Santiago. En esos momentos Víctor se encontraba retenido en el Estadio Chile junto a muchos otros. Ángel Parra tras ser detenido podría salir al exilio gracia al apoyo internacional. Isabel Parra, Patricio Castillo y Patricio Mans, al igual que otros cantores e intelectuales chilenos lograron refugiarse en una embajada y escapar hacia el exilio. Víctor Jara seria asesinado el 17 de septiembre tras violentos torturas. El poeta Pablo Neruda murió- enfermo de fascismo como se ha dicho- aquejado de un cáncer sin solución, entre la incertidumbre y la angustia del golpe militar.

En octubre de 1973 se realizo una nueva jornada de la Canción Política, que a partir de entonces se celebraría anualmente. Se edito un disco con algunas de las canciones de los conciertos, dedicado a Salvador Allende y al pueblo chileno, con el titulo Jornada de Solidaridad con Chile. A principios del mes de octubre el Movimiento de la Nueva Trova había hecho publico un manifiesto de repulsa y condena del asesinato de Víctor Jara: "Nosotros, jóvenes artistas cubanos, que como Víctor dedicamos nuestra obra a cantar la lucha de los pueblos contra el imperialismo, reconocemos en su gesto heroico y militante un ejemplo a seguir por los que hacen del arte, aun a riesgo de sus vidas, otra arma de la revolución".

Latinoamérica seguía desangrándose por todas sus heridas: la muerte del Che, la dictadura Somocista en Nicaragua, el golpe chileno, las continúas masacres en El Salvador.
Pocos meses antes Roque Dalton había regresado a este país para incorporarse, una vez más, a la lucha de liberación nacional. Moriría asesinado el 20 de mayo de 1975.

sábado, abril 28, 2007

Santo Domingo se suma a los conciertos gratuitos

Santo Domingo, La secretaría de cultura es la institución oficial que se encargará de patrocinar todo lo relacionado con el montaje del concierto que ofrecerá el 30 de abril, de manera gratuita, el cantautor cubano Silvio Rodríguez D.

El concierto está anunciado para presentarse en el Estadio Quisqueya de la Capital, el día 30 de abril, y, previo a ello, el día 26, el artista sostendrá un encuentro con periodistas en Casa de Teatro para dar a conocer los pormenores del mismo. La presentación de Silvio en República Dominicana forma parte de una gira que desarrolla por diferentes países de América Latina. En este recorrido ha tocado recientemente escenarios mexicanos.

El concierto cuenta con la producción del también cantautor dominicano José Antonio Rodríguez, quién ofreció la información con relación al patrocinio que hace la Secretaría de Cultura para su montaje. José Antonio dice que todo marcha como debe ser para la presentación del artista cubano y señaló que la promoción de la misma ya comienza a sentirse en los diferentes medios de comunicación.

Silvio goza de enorme popularidad en el país y el anuncio de su actuación gratuita ha generado una inmensa expectativa entre quienes lo admiran y disfrutan de sus canciones. El artista adelantó que traerá un repertorio con temas que son emblemáticos en su trayectoria profesional y otros que no necesariamente son tan conocidos por el público dominicano.

No hacen faltas alas

No hacen falta alas
para hacer un sueño
basta con las manos
basta con el pecho
basta con las piernas
y con el empeño.

No hacen falta alas
para ser más bellos
basta el buen sentido
del amor inmenso
no hacen falta alas
para alzar el vuelo.

Si...
Recojo fondos para pobres de amistad y de sonrisa
recojo cuanto haya de bien en lo que esconde tu camisa
acepto cuanto pueda ser útil al coro que compongo
siempre que quieras compartir un sueño ancho, largo y hondo.
Oh...

Recojo el hielo a la deriva de los poros congelados
luego con buena voluntad y mucha miel haré un helado
no le daré, no le daré al mentiroso y al cobarde
repartiré, repartiré sólo al que ama y al que arde.
Oh...

No hacen falta alas
para hacer un sueño
basta con las manos
basta con el pecho
basta con las piernas
y con el empeño.

No hacen falta alas
para ser más bellos
basta el buen sentido
del amor inmenso
no hacen falta alas
para alzar el vuelo.

Recojo fondos para pobres de amistad y de sonrisa
recojo cuanto haya de bien en lo que esconde tu camisa
acepto cuanto pueda ser útil al coro que compongo
siempre que quieras compartir un sueño ancho, largo y hondo.
Oh...

Recojo el hielo a la deriva de los poros congelados
luego con buena voluntad y mucha miel haré un helado
no le daré, no le daré al mentiroso y al cobarde
repartiré, repartiré sólo al que ama y al que arde.
Oh...

¡Vengan los buenos a comer de este helado gigante!

El hombre extraño:letra


El hombre extraño

Era extraño aquel hombre,
o por tal lo tomaron,
porque besaba todo
lo que hallaba a su paso.

Besaba a las personas,
al perro, al mobiliarioy mordía dulcemente
la ventana de un cuarto.

Cuando salía a la calle
le iba besando al barrio
las esquinas, aceras,portales y mercados,
y en las noches de cine(también las de teatro)
besaba su butaca
y las de sus costados.

Por estas y otras muchas
los cuerdos lo llevaron
donde nadie lo viera,
donde no recordarlo,
y cuentan que en su celda
besaba sus zapatos,su catre, sus barrotes,
sus paredes de barro.

Un día sin aviso,
murió aquel hombre extraño
y muy naturalmente
en tierra lo sembraron.

En ese mismo instante,
desde el cielo,
los pájaros
descubrieron que al mundo
le habían nacido labios.
(1989)

jueves, abril 19, 2007

Cronica en Mexico

MEXICO (AP) Mar Abr 17, 2007
silviofilos
_ Luego de hora y media de concierto, el público mexicano le pedía a gritos a Silvio Rodríguez que le diera una canción''. Los asistentes al recital del músico cubano en el Auditorio Nacional, una de las salas más importantes del país, estaban ávidos por continuar escuchando los temas más emblemáticos del trovador, y consiguieron que éste regresara al escenario no una, sino seis veces, tras su primer adiós.

Sin embargo, las notas de Te doy una canción'' y Rabo de nube'', entre otras solicitadas a pleno pulmón por un sinnúmero de seguidores, quedaron silentes. Silvio combinó durante su concierto, en honor a sus 40 años de carrera, temas de su más reciente disco rase que se era'', con clásicos como Unicornio azul'', Pequeña serenata diurna'', Corazón'' y Ojalá''.

Acompañado del trío de cuerdas Trobárroco'', donde destacó por su maestría César Bacaró en la ejecución del tres, típico instrumento cubano, así como la flautista Niurka González y el percusionista Oliver Valdés, el cantautor presentó además algunas canciones con arreglos renovados y refrescantes como leo de mujer con sombrero'', a la que inyectó ritmos de música country.

El montaje de su espectáculo fue austero. Sólo algunos patrones abstractos formados por las luces aparecían en algunas de las canciones. Pero eso no fue impedimento para que muchos de los versos los completara el público, a lo que el cantautor en un momento dado contestó con un por ustedes''. No faltaron los gritos de Te amo Silvio'' o Viva Cuba'' a lo largo de la jornada, ni las camisetas con imágenes de la bandera cubana. Rodríguez recitó un poema de su compatriota Luis Rogelio Nogueras sobre la crueldad en los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial, a lo que continuó con Sinuhé'', sobre las barbaries de las guerras.

Además, dedicó al compositor Vicente Garrido y al pintor Marco Huerta, ambos mexicanos, el tema Pedacito de papel al viento''. También interpretó Papalote'', La era está pariendo un corazón'', El necio'', La gota de rocío'', Verónica'' y, en su último regreso al escenario, Colibrí'', quizás la primera canción que escuché en mi vida'' en la voz de su abuelita y su mamá.

miércoles, abril 18, 2007

Que Levante la mano la guitarra limpia

9 al 15 de DICIEMBRE de 2006

Víctor Casaus • La Habana

Fotos: Víctor Junco, La Jiribilla

La jiribilla


Este libro es un regalo compartido. Por una parte es una fiesta para los silviófilos y trovadictos que han acompañado sus canciones, en algunos casos durante décadas, disfrutando, reflexionando, sufriendo, aprendiendo, amando o maldiciendo con la ayuda de aquel texto memorable o de la melodía de aquella canción que de pronto ya pertenece a nuestra vida, lo que no es poco decir. Y por otro lado este libro es también parte de una fiesta íntima, en minúsculas pero internamente enorme, con la que estamos celebrando el cumpleaños 60 del trovador.
Desde la imagen de su contraportada podemos recordar también, con júbilo y con justicia, que este es un libro hecho desde la amistad. Por ello nunca lo concebimos Wichy y yo como el acercamiento distante a una figura de la canción, ni fuimos los entrevistadores aburridos u oportunos que se sitúan ante un artista para disfrutar de su sombra o lucrar con sus destellos.

Fue un libro, ahora lo confirmamos, pensado por tres cabezas y escrito a seis manos.
El método para concebirlo y realizarlo partió de esa premisa colectiva, sin que hiciera falta convocar a una reunión para decidirlo ni levantar un acta para establecerlo. Tampoco chequeamos sistemáticamente los acuerdos de su escritura, sino trabajamos, conversamos y trabajamos otra vez, haciéndole llegar a Silvio nuestras preguntas, esperando (con la impaciente paciencia de la juventud, que por suerte nos ha seguido maravillosamente acompañando) a que el trovador nos trajera sus respuestas, escritas a vuelamáquina, con alguna nota garabateada al margen la noche anterior.



Sobre esas respuestas volvíamos, para ir construyendo, en las páginas, los textos que eran en realidad la transcripción de los diálogos cotidianos de nuestras vidas –o, mejor, de nuestra vida común y repartida en aquellos años intensos, difíciles y alumbradores.
Así construimos la larga entrevista incluida en Que levante la mano la guitarra. El texto introductorio, que tenía de crónica, de ensayo y de conversación, lo fuimos escribiendo Wichy y yo, repartiéndonos los temas y decidiendo no firmar ni identificar por separado cada aporte, sino sumarlos a ese discurso coloquial (como podría decir alguno de los críticos que este libro felizmente no ha tenido), para que pasara después igualmente por las manos de Silvio y completara su ciclo de intercambios y de crecimiento.

La selección de las canciones que aparecen en Que levante… fue también labor tripartita, revolviendo los textos mecanuscritos del trovador al mismo tiempo que seleccionábamos las fotos que se incluirían en el libro acompañadas de pequeños textos entre los cuales siempre nos ha gustado (también a Wichy) recordar y aplicar aquella respuesta rápida de Silvio: “Donde hay hombres no hay fantasmas”.



El libro tuvo –tiene– un hermano audiovisual, el documental del mismo nombre para el que Wichy escribió el guión. Allí nos reunimos nuevamente, junto con el equipo del ICAIC que me acompañó en aquella otra aventura de la amistad y de la cultura, en los espacios de la Casa de las Américas, “útero de la nueva trova cubana”, como le gusta afirmar al trovador.
Por todo ello este es también, de hecho, el libro de una generación, la nuestra, a la que Silvio ha dedicado su más reciente obra, el disco Érase que se era:
A aquellos años provocadores; a la diversidad que nos hizo; a mi soñadora, contradictoria y entrañable generación dedico estos aprendizajes.


En la memoria podemos asistir nuevamente a aquellos conciertos espontáneos en la sala de una casa amiga cuando los teatros y los medios no habían decidido abrir sus puertas a aquella forma de creación inquietante, viva y transgresora, militante (a su modo igualmente vivo y transgresor) del tiempo que nos tocaba vivir… y ayudar a transformar. Podemos también, sin mucho esfuerzo, convocar en la memoria la imagen de aquel concierto titulado Teresita y nosotros, el primero en el que participó el trovador después de terminar su servicio militar, en el que nos reunimos los poetas de El Caimán Barbudo para acompañar las canciones de aquel contemporáneo armado de guitarra y de aquella trovadora cristiana y martiana, santaclareña y filinera, Teresita Fernández, a quien nos gustaba acompañar en sus presentaciones nocturnas e íntimas de El cóctel y el Monseñor.

Como una fugaz referencia audiovisual pueden también aparecer, en estas convocatorias del recuerdo, las imágenes (no conservadas) del programa Mientras tanto, en el que Silvio compartió sus canciones, su nerviosismo y sus ideas con los televidentes cubanos durante algunos meses, hasta que la intolerancia canceló la aventura, que ha quedado como un temprano intento de renovación del lenguaje televisivo y un ejercicio de la frescura comunicacional, ajeno a la retórica, el mimetismo y la repeticiones ineficaces que caracterizaron por mucho tiempo la atmósfera de ese medio.

Esta enumeración de proyectos compartidos es también parte del regalo que estamos haciendo al trovador en su cumpleaños. Por ello este volumen reproduce la primera versión publicada por la editorial Letras cubanas en 1984, solamente con el agregado vertiginoso de estas líneas y de las que Silvio estará escribiendo en estos momentos para el epílogo del libro. Como co-autores y cómplices hemos tenido la alegría de constatar que este texto ha desafiado al tiempo cronológico y ha seguido llegando, tocando, transformando probablemente un tilín a lectores y lectoras de diversas décadas, de distintas edades sucesivas, aquí y en otros claros rincones del mundo. Esa misma experiencia he tenido con el documental cuando me ha acompañado a otras tierras y ha servido para mostrar ese perfil auténtico y vigente del trovador.

Entre los planes que tenemos y soñamos (algunos de ellos de machete, como dijera Wichy en una carta memorable) está el de extender, ampliar, enriquecer el contenido de este libro, incluyendo letras de canciones creadas por Silvio en las dos décadas posteriores a la escritura de este texto, y actualizar los temas de la entrevista y del ensayo introductorio. Siempre me he detenido ante el análisis de esta posibilidad, pensando que se convertiría en otro libro. Frente a ese argumento del corazón, aparecen otros que la razón propone: contar con la extensión de ese diálogo comenzado en 1983, de modo que llegue hasta nuestros días y nos traiga las respuestas y las preguntas del trovador (que han sido las nuestras) en estos otros años distintamente intensos, difíciles y alumbradores, haría justicia impresa a la autenticidad del pensamiento, la obra y la vida de Silvio –y también, de hecho, a los que han (hemos) tratado de dar continuidad a aquellos sueños, a pesar de las tentaciones del desencanto, los derrumbes ideológicos planetarios, la cruda certeza de algunas realidades y los cantos de sirena mercadotécnicos y neoliberales que vienen a “convidar a tanta mierda”.

No es casual la cita de “El necio” en esta nueva introducción a Que levante la mano la guitarra. Aunque este libro no incluya escritos de las últimas dos décadas, es imprescindible mencionar y reconocer, también como regalo cumpleañero colectivo, que esa canción, síntesis de la obra de Silvio en estos años, cumple la difícil y honrosa misión de ser aviso transparente, advertencia desgarrada y declaración de principios de una época difícil, incluso incierta para algunos, como se vio y se vivió entonces, en la que todavía, en cierto sentido navegamos, pero a la cual podemos decir que hemos sobrevivido, a pesar de algunas predicciones apresuradas y otras hierbas agoreras. Este nuevo momento, particularmente sensible, que ahora vivimos puede contar con la bandera inteligente y apasionada de esa canción, al mismo tiempo que reclama nuevos ejercicios del compromiso y la imaginación para seguir construyendo, en este mundo donde prevalece la desigualdad pero alienta la esperanza, territorios de mayor justicia y equidad para los excluidos de siempre.

Esta nueva edición de Que levante la mano la guitarra, fiesta de la amistad compartida y de la memoria fiel y persistente, inicia, por otra parte, una nueva colección de las Ediciones La Memoria del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau. La colección lleva el nombre de A guitarra limpia, el espacio cultural abierto a finales de 1998 para ofrecer medio de expresión a todas las generaciones y tendencias de la nueva trova cubana y para difundir las obras de trovadores y trovadoras, sobre todo de las más recientes generaciones, que llegan, con su talento y su participación, al panorama creciente, cambiante y necesario de esta manifestación activa de la cultura cubana.

Tampoco es casual, por supuesto, que este libro inicie esta colección editorial. Silvio ha apoyado ese espacio cultural desde su creación. A estas alturas del partido creo que podemos desclasificar algunos datos significativos: el primer concierto A guitarra limpia, en noviembre de 1998, iba a ser realizado por Silvio; las manos y la guitarra que aparecen desde entonces en la identidad gráfica son las suyas. Desde entonces, su vida y su obra han inspirado lo que hemos tratado de hacer en ese espacio que proclama su diversidad y propicia la participación activa y el compromiso con la autenticidad, la belleza y los valores que nos dejó Pablo de la Torriente Brau a lo largo de su corta vida y de su intensa obra.

Silvio nos ha acompañado en el patio del Centro Pablo, ha cantado para los trovadictos que rondan ese lugar y ha compartido con los jóvenes trovadores sus preguntas, sus respuestas, sus nuevas preguntas, como debe ser.

Por todo ello, al lanzar nuevamente el libro Que levante a mano la guitarra, desclasificamos este otro dato, no por previsible menos sincero: donde hay trovadores y trovadoras no hay fantasmas, Silviano. Toda la gente que te quiere, que es mucha, en muchos sitios, compartimos la felicidad de tu obra constante y sonante que nos acompaña. Que levante la mano la guitarra limpia.

lunes, abril 16, 2007

"Los cubanos pueden seguir perfeccionando el socialismo sin la figura del comandante"

Tomado de "La Jornada" edición del 14 de abril del 2007 (México)
ARTURO CRUZ BARCENAS

"Los cubanos pueden seguir perfeccionando el socialismo sin la figura del comandante" Escribe la música de una película y realizará un disco homenaje a su compatriota Noel Nicola El maestro Silvio Rodríguez, como lo llaman sus amigos, habló ayer claro en conferencia de prensa y con el sentimiento que le causaron varias preguntas, según el caso.

El comandante Fidel Castro pasa por un difícil estado de salud que ha hecho pensar en el futuro de Cuba, país que "seguirá en la misma dirección sin Fidel Castro", afirmó el autor de Oleo de mujer con sombrero. Rodríguez, quien ha estado del lado de la Revolución a través de sus composiciones, expresó que Cuba está preparada para continuar sin Fidel. "Los cubanos pueden seguir perfeccionando el socialismo sin la figura del comandante". Visiblemente emocionado añadió: "Eso que me preguntas me da dolor... pero yo creo que sí".

Rodríguez celebra este 2007 sus 40 años de artista y llegó a México para ofrecer varios conciertos, dos de ellos en el Auditorio Nacional de la ciudad de México, el 16 y 17 de abril, y en el Zócalo capitalino, la mayor plaza pública de la ciudad, el día 22. Al mandatario cubano "la vida le ha pasado la cuenta", dijo Rodríguez, en referencia a la entrega plena del comandante a la política.

"Se ha maltratado mucho, se ha entregado mucho." "Lo último que sé de Castro es lo mismo que conoce la opinión pública. Si hubiera empeorado, ello se habría prestado para crear un clima apropiado para cualquier estrategia militar", dijo. Cerrazón informativa Indicó que en Cuba "hay muchos jóvenes capaces, que vienen gobernando desde hace muchos años". Acotó que los movimientos de oposición en la isla llegarán a ser aceptados, tolerados, "en su momento". "No sé si en forma de partido; tal vez no sea inmediatamente, pero va a suceder."

"¿Qué te hace pensar que yo hablo con él por teléfono?", contestó a una reportera. La cerrazón informativa en torno al estado de salud de Castro la justificó expresando que si se hubiera dado un comunicado negativo en lo político "se hubiera prestado para que los enemigos de Cuba crearan un clima apropiado para cualquier agresión; no tendría que ser militar -necesariamente-; las agresiones en el mundo de la propaganda son bastante más duras que las militares y hacen más daño, a veces". Sobre el concierto en el Zócalo, recordó que estuvo ahí en 2006 durante la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador como "presidente legítimo".

"La gente más pobre nunca puede formar parte del mundo de la música y creo que es muy importante llevarle la cultura al pueblo". Prometió una velada amable donde las "sonrisas irán en las canciones". Agregó que el temblor que sacudió la capital de la República lo despertó en la madrugada. Se asustó por el movimiento telúrico, pues en Cuba es difícil que ocurran esos fenómenos. Los nuevos ritmos Se manifestó de acuerdo con que en Cuba siga recibiendo y desarrollando diversos ritmos de otras culturas, como el rap, hip-hop y el reggae. "Cuba fue un país acostumbrado a ser influido, a procesar esas influencias y a transformarlas en una expresión nacional.

Tal es el caso -precisó- de la época de las bandas de jazz nacidas en Estados Unidos, de las cuales surgió el mambo. "Yo no frunzo la cara ni hago muecas cuando me dicen del reaggetón. Hay unas expresiones del reaggetón mejores que otras, como en toda música. No toda la trova es buena tampoco. Hay trova muy mala también y supongo que con el reaggetón pasa lo mismo." Eso provocó aplausos. Mencionó que prepara un disco homenaje a su compatriota Noel Nicola, en el que incluirá 36 temas interpretados por amigos como Juan Formel, Chucho Valdés, Luis Eduardo Aute, Víctor Heredia, Víctor Manuel y Pablo Milanés, entre otros. "

Además de este homenaje, estoy en un proceso creativo escribiendo toda la música para una película de dibujos animados, incluso las melodías incidentales. El filme se llama Meñique y estará dirigido por Ernesto Padrón." La reciente producción de estudio de Rodríguez es Erase que se era, publicado en el 2006, que contiene 24 temas, entre los cuales destacan Judith, Todo el mundo tiene su Moncada, Oda a mi generación, El día en que voy a partir, La canción de la trova, El papalote, Fusil contra fusil y El matador. Este disco se suma así a los más de 25 fonogramas que el artista ha realizado desde 1975, año en que inició su carrera musical tras probar distintas suertes y profesiones.

Silvio Rodriguez al Premio Nobel

Silviofilos
En una actividad en la embajada cubana acá en Chile, el trovador chileno Eduardo Peralta le recitó a la asamblea y con Silvio presente unas décimas en proposición para postular a Silvio al Nobel de Literatura. Les dejo las décimas.

Silvio al Nobel

El Nobel para un poeta
Es lo que propugno yo:
Brassens ya lo mereció
Y lo mereció Violeta.
En mi décima –saeta
De certeza y de ternura-
Digo que su canto es pura
Luz para el lírico gremio:
¡Yo postulo a Silvio al Premio
Nobel de Literatura!

Pido a la Academia Sueca
Que aguce un poco el oído,
Pues parece que ha sufrido
Sordera en su biblioteca.
Intentó sacar manteca
De tantos magros lechones;
Cuántas equivocaciones
Desde que nació mi abuela,
Premiando sólo novelas
Y jamás buenas canciones…

Suecia tiene tradición
En canciones bien escritas,
Notas claras e infinitas,
Poemas de inspiración.
Si Bellman y Taube son
Ejemplos como centellas,
¿Por qué no seguir sus huellas?
¡Basta del falso dilema
De premiar sólo poemas
Y jamás canciones bellas!

Silvio Rodríguez, cubano,
Es el ejemplo mejor
Del moderno trovador
Con su instrumento en la mano.
Iluminado artesano,
Sus talleres naturales
Fueron sus cuerdas vocales
Y sus cuerdas guitarreras,
Espléndidas sementeras
De canciones inmortales.

En estos tiempos modernos,
Los recitales masivos
Son antros de muertos-vivos
Saliendo de los infiernos:
Pintarrajeados, con cuernos,
Y balando como ovejas,
Nos plantan luces bermejas
Que nos ciegan la mirada
Y música amplificada
Que nos rompe las orejas…

Silvio, en cambio, es trovador
Que puede llenar estadios
Sin salir mucho en las radios,
Sin láser multicolor…
El, su guitarra, su ardor,
Y su clara melodía
Van probando cada día
Que pese a burdos canales
De contenidos banales,
No ha muerto la Poesía…

Por sus imágenes hondas,
Sus metáforas geniales,
Sus rimas tan especiales
Y sus negras y redondas…
Quero que tú me respondas,
Rey sueco, en trono de honor,
Si hay candidato mejor
Para el Nobel que el cubano
Silvio, heredero y hermano
Del más viejo trovador…?

El Nobel para un poeta
Es lo que propugno yo:
Brassens ya lo mereció
Y lo mereció Violeta.
En mi décima –saeta
De certeza y de ternura-
Digo que su canto es pura
Luz para el lírico gremio:
¡Yo postulo a Silvio al Premio
Nobel de Literatura!


Eduardo Peralta

Santiago, febrero 2007

Venga la Esperanza




Dice que se empina y que no alcanza


que sólo ha llegado hasta el dolor


dice que ha perdido la buena esperanza


y se refugia en la piedad de la ilusión.






Sé de las entrañas de su queja


porque padecí la decepción


fue una noche larga que el tiempo despeja


mientras suena en mi memoria esta canción:






Venga la esperanza,


venga sola a mí


lárguese la escarcha, vuele el colibrí


hínchese la vela,


ruja el motor


que sin esperanza ¿dónde va el amor?






Cuando niño yo saque la cuenta


de mi edad por el año dos mil


El dos mil sonaba como puerta abierta


a maravillas que silbaba el porvenir.






Pero ahora que se acerca saco en cuenta


que de nuevo tengo que esperar


que las maravillas vendrán algo lentas


porque el mundo tiene aún muy corta edad.






Venga la esperanza, pase por aquí


venga de cuarenta,


venga de dos mil


venga la esperanza, de cualquier color


verde, roja o negra, pero con amor.

Oleo de Mujer con el Sombrero




Una mujer se ha perdido

conocer el delirio y el polvo,

se ha perdido esta bella locura,

su breve cintura debajo de mí.

Se ha perdido mi forma de amar,

se ha perdido mi huella en su mar.


Veo una luz que vacila

y promete dejarnos a oscuras.

Veo un perro ladrando a la luna

con otra figura que recuerda a mí.

Veo más: veo que no me halló.

Veo más: veo que se perdió.


La cobardía es asunto

de los hombres, no de los amantes.

Los amores cobardes no llegan a amores,

ni a historias, se quedan allí.

Ni el recuerdo los puede salvar,

ni el mejor orador conjugar.


Una mujer innombrable

huye como una gaviota

y yo rápido seco mis botas,

blasfemo una nota

y apago el reloj.
Que me tenga cuidado el amor,

que le puedo cantar su canción.




Una mujer con sombrero,

como un cuadro del viejo Chagall,

corrompiéndose al centro del miedo

y yo, que no soy bueno, me puse a llorar.

Pero entonces lloraba por mí,

y ahora lloro por verla morir.
(1970)

Que levante la mano la amistad

Silvio, Víctor, Roque y Wichy
Eduardo Heras León •
La Habana

la Jiribilla
Queridos amigos:Hace casi cuatro décadas, el 1ro.de julio de 1967, una publicación dedicada a los jóvenes, El Caimán Barbudo, organizó un recital de poesía y música, con el título de "Teresita y nosotros". Teresita era la trovadora Teresita Fernández y "nosotros" eran los poetas Félix Contreras, Félix Guerra, Iván G. Campanioni, Guillermo Rodríguez Rivera, Luis Rogelio Nogueras, Víctor Casaus y un flaquito con guitarra llamado Silvio Rodríguez.

En alguna ocasión escribí algo sobre ese día, porque fui uno de los dichosos asistentes de aquel recital y porque aquella noche –y utilizo el lugar común porque es exactamente eso lo que quiero decir-- quedaría grabada para sIempre en mI memoria.Cuando el flaquito con guitarra comenzó a cantar —la memoria sólo me alcanza para dos de sus canciones de aquel día: "Es sed" y "Nuestra ciudad"— se produjo un murmullo que fue creciendo paulatinamente junto con una voz nueva, una letra nueva, una música nueva, y un amigo sentado a mi lado me dijo: "Pero, ¿esto qué cosa es, qué música es ésa, quién es el flaquito ése?".

Y los murmullos seguían creciendo junto con el asombro, y el asombro convocó al silencio y aquella música comenzó a crear en nosotros un inexplicable escudo de belleza y de apasionada rebeldía revolucionaria que ya no nos abandonaría nunca. Todos teníamos razón: lo que estábamos escuchando esa noche era sencillamente el nacimiento (y pido perdón a Silvio por violentar su modestia) de uno de los más grandes trovadores del siglo XX, cuya permanencia en el imaginario musical de varias generaciones es uno de esos tesoros y misterios que seguirán mereciendo investigación y estudio.

He mencionado esa noche inolvidable, porque ése fue mi primer contacto con Silvio y su música, el primer recuerdo que quería compartir con ustedes, a propósito de la presentación de este libro, Que levante la mano la guitarra, ahora en su sexta edición, con un nuevo prólogo de Víctor Casaus y un epílogo de Silvio, libro que inaugura la colección A guitarra limpia de las Ediciones La Memoria del Centro Pablo de la Torriente Brau, y que se ha vuelto imprescindible para acercarse a su vida y su obra.Entonces éramos un grupo de jóvenes estudiantes de la universidad en la década de los 60, y estábamos tratando de apoderamos del mundo por asalto, vivíamos en un permanente estado de euforia y efervescencia cultural; la universidad era un hervidero donde se cocinaba el último libro de Sartre, el nuevo ensayo de Marcuse, el estructuralismo de Levi-Strauss, las novedosas novelas del boom latinoamericano que nos habían revelado a Cortázar, García Márquez, Fuentes y Vargas Llosa, que eran los profetas de la nueva literatura latinoamericana; y los Beatles, que escuchábamos en ocultas sesiones de verdadero espiritismo musical, mitigaban nuestra hambre insaciable de lo nuevo.

En ese contexto nació Silvio a la vida musical de nuestro país, y para nosotros comenzó a desempeñar un papel que teníamos reservado para alguien como él: fue —quién lo duda— el que dijo las cosas que todos queríamos decir y no decíamos; el que cantó al amor, a la amistad, a los sueños, al dolor y a la esperanza, como todos queríamos cantar y no cantábamos; el que expresó como nadie la pasión revolucionaria, el llanto por los héroes, la indeclinable búsqueda de la belleza y la verdad en aquellos años duros y magníficos, como todos queríamos expresar, y no sabíamos. Silvio era nuestro hermano de afanes, angustias y alegrías: era una suerte de profeta de nuestra generación.Sí: ya lo sé.

Cuando comenzamos a hablar de "nuestra generación", como me decía hace unos días un amigo, es señal de que nos estamos poniendo viejos y que comenzamos a utilizar el nombre colectivo para protegemos de la erosión del tiempo. Porque en aquellos años, "la generación" era una vaga y lejana categoría sociocultural: nosotros vivíamos un eterno presente con rasgos de futuridad. Y repetíamos el verso de Gelman como un exorcismo: "¡Mi Dios!, qué bellos éramos, cantando finalmente".

Y las canciones de Silvio eran nuestro alimento cotidiano.De estos años también es el segundo recuerdo que quiero compartir con ustedes: Roque Dalton, el inolvidable poeta y hermano salvadoreño, escribió un libreto de televisión acerca de la historia de su familia —pariente cercana de los hermanos Dalton norteamericanos, famosos bandoleros del Oeste—, y me pidió que yo le presentara el programa, y a Silvio que comentara musicalmente las escenas, como un juglar omnipresente.

No voy a comentar las peripecias de aquel programa que se trasmitió en vivo (entonces no existía el video tape) y que fueron muchas y verdaderamente hilarantes, y que seguro Silvio recuerda, sino sólo 10 que nos ocurrió cuando tomamos un taxi en el que Roque recogió a Silvio primero y después a mí. El taxi bajaba por 21 y al llegar a la esquina de M, a la altura del Hotel Capri, un grupo numeroso de hippies se había tendido en el suelo frente al hotel; el tráfico se detuvo y de repente se aparecieron unos carros­ jaula de la policía. Roque sacó medio cuerpo del taxi y gritaba: "No les vayan a dar, no les vayan a dar". Y se reía con aquellas carcajadas que 10 hacían inolvidable. Lo que hizo la policía fue agarrar a los hippies por las axilas y los pies y depositados en los carros. Allí estuvimos hasta que la operación se terminó.

He mencionado a Roque, porque me parecía que era necesario convocado también a él para que estuviera hoy aquí, compartiendo con nosotros su famosa aspirina del tamaño del sol, en esta fiesta de la poesía y la amistad que se suma a la fiesta mayor de los 60 años de Silvio. Pero no voy a abrumados con otras anécdotas que de alguna forma he compartido con Silvio: ellas son el fondo de oro de nuestra amistad. Y como esa palabra está en el centro mismo de la concepción de este libro que estamos presentando; y como por la amistad que me une a Silvio y a Víctor es que estoy aquí, emocionado, diciendo estas palabras, quiero terminar dedicándole esta presentación a un amigo.

Tengo una razón: ese amigo fue uno de los autores de este libro que es, como dice Víctor en el nuevo prólogo, un regalo compartido; tengo una segunda razón: ese amigo era un gran poeta, gran narrador y mejor ser humano. Si estas dos razones todavía no fueran suficientes, tengo una tercera razón: ese amigo, aunque ya no está físicamente entre nosotros, también está hoy aquí, a nuestro lado. Por eso, dedico esta presentación a nuestro hermano, Luis Rogelio Nogueras, a Wichy, eternamente vivo.¡Que levante la mano la guitarra! ¡Que levante la mano la amistad!
Gracias.

lunes, abril 02, 2007

En Playa Giron

silviofilos
En 1969, se enrola en el barco pesquero Playa Girón, y navega durante casi 5 meses por el Atlántico y las costas africanas (haciendo escala en Gran Canaria, Lanzarote y Senegal).


EL DIA EN QUE VOY A PARTIRNo te muevas.Quiero conservar este instante así,tú junto a la ventana como a contraluz,yo echado en el lecho, queriendo mirarlos ojos profundos del soldetrás de tu cuerpo felizdesnudo, desnudo, ya esel día en que voy a partir.No te muevas.Si puede estar quieta la felicidad,si puede volverse de piedra el amor,convierte en estatuas los días y el mar.Quizás te comprenda mejoro al menos conforme ya estérepleto de piedras sin ser,el día en que voy a partir.No te muevas.Y dime si es hora de irse a dormir.Mañana me espera un sabor de mujer.Lo tengo guardado en los ojos, y séque un beso muy frío será,el beso que no me darás,las noches los días, despuésdel día en que voy a partir.

En septiembre de 1969, cuando zarpó de La Habana en el motopesquero "Playa Girón", incluso fuera de Cuba el núcleo inicial del después llamado "Movimiento de la Nueva Trova", del que fue uno de sus fundadores, "ya era calificado por algunos como un urticante pero insoslayable suceso de la revolución cubana". Cuatro meses y dos días estuvo de travesía, en los cuales quedaron 62 canciones, muchas de ellas inéditas, de cuando era, según dijo, "incomprendido y calumniado",
En la nave Playa Girón
1. Un barco sigue al mundo (27 de septiembre de 1969)
2. Fábula del océano (28 de septiembre de 1969)
3. Por el Trópico de Cáncer (30 de septiembre de 1969)
4. Al cabo del mar (3 de octubre de 1969)
5. El tiempo (4 de octubre de 1969)
6. Playa Girón (5 de octubre de 1969)
7. Por todo espacio, por todo tiempo (6 de octubre de 1969)
8. Historia de las sillas (7 de octubre de 1969)
9. Hoy no quiero estar lejos de la casa y el árbol (13 de octubre de 1969)
10. Acerca del amor (14 de octubre de 1969)
11. 23 (16 de octubre de 1969)
12. Más de una vez (17 de octubre de 1969)
13. Elogio del horror (18 de octubre de 1969)
14. Para el que tiene prisa (19 de octubre de 1969)
15. Y mucho más que veremos viendo (25 de octubre de 1969)
16. La cosa está en... (27 de octubre de 1969)
17. El universo es un rastro de hierros (27 de octubre de 1969)
18. Elogio del pecado (28 de octubre de 1969)
19. Cleopatra (28 de octubre de 1969)
20. Hace no sé qué tiempo ya (fines de octubre de 1969)
21. El calendario (principios de noviembre de 1969)
22. Marcha de la rueda (principios de noviembre de 1969)
23. Corro el riesgo (9 de noviembre de 1969)
24. Las mujeres de los individuos (10 de noviembre de 1969)
25. El circo (probablemente el 11 de noviembre de 1969)
26. Me sonaba la nariz (probablemente el 12 de noviembre de 1969)
27. Los pájaros (13 de noviembre de 1969)
28. Los cazabrujas de Dores (mediados de noviembre de 1969)
29. Érase que se era (24 de noviembre de 1969)
30. La primera mentira (25 de noviembre de 1969)
31. Los muertos y los vivos (26 de noviembre de 1969)
32. Has de saber mi nombre (3 de diciembre de 1969)
33. Como todo el mundo(4 de diciembre de 1969)
34. Josáh, la que pinta (5 de diciembre de 1969)
35. Debo partirme en dos (5 de diciembre de 1969)
36. Las ruinas (7 de diciembre de 1969)
37. ¿Soneto? (8 de diciembre de 1969)
38. Jerusalén, año cero (9 de diciembre de 1969)
39. En mi país (10 de diciembre de 1969)
40. Cuando digo futuro (11 de diciembre de 1969)
41. Martianos (11 de diciembre de 1969)
En la nave Océano Pacífico

42. La alegría (22 de diciembre de 1969)
43. Ojalá (23 de diciembre de 1969)
44. Al venir hacia acá (23 de diciembre de 1969)
45. Cierta historia de amor (24 de diciembre de 1969)
46. A quien pueda interesar (25 de diciembre de 1969)
47. Una vieja visión (25 de diciembre de 1969)
48. Después que canta el hombre (27 de diciembre de 1969)
49. Boga-boga (28 de diciembre de 1969)
50. Hombrediablo (01 de enero de 1970)
51. Puedes matarme, si lo prefieres (05 de enero de 1970)
52. Suave niña (07 de enero de 1970)
53. Navegando hacia el este (09 de enero de 1970)
54. Has sido echado (13 de enero de 1970)
55. El rey de las flores (13 de enero de 1970)
56. Palabras (15 de enero de 1970)
57. El matador (15 de enero de 1970)
58. Cuando me muera (17 de enero de 1970)
59. Resumen de noticias (20 de enero de 1970)
60. Me veo claramente (25 de enero de 1970)
61. Y yo te di una flor (27 de enero de 1970)
62. Al final de este viaje en la vida (28 de enero de 1970)

13 partituras y algunas fotografías de ese momento. Entonces tenía 23 años:
Tengo veintitrés rostros para verte

tengo veintitrés manos que te tocan

tengo veintitrés sueños reunidosen fila india
Tengo veintitrés años de distancia
tengo veintitrés años de tamaño
tengo veintitrés años de momentosde melodías y reloj
Ahora tengo veintitrés caracoles
veintitrés buenos pretextospara hacerte compañía
veintitrés caminatas
sin saber dónde ir
veintitrés voces mías
diciendo "vivo cerca"veintitrés alegrías
nuestra complicidad
veintitrés llaves verdes
abriéndonos la puerta-y mi casa que quedaen la calle veintitrés
tiene veintitrés siglosdistintos que vivir-
veintitrés divisionesde estrellas desfilando
veintitrés sensacionesrompiendo las ventanas
veintitrés pasadizosabiertos al delirio
veintitrés mil pasiones
en una sola cama
veintitrés espejismos
veintitrés agonías
veintitrés deserciones
veintitrés veces mía(si es posiblepor supuestosi es posible)
Las cábalas diránhorrores de mi número
pero de pronto el veintitrés se me antoja de suerte
para quien lleva veintitrés tiempos sobre sí
(quién sabe si es acasomi número de muerte)
Veintitrés es pedazosde piedras del amor
veintitrés es el polvoque hay en las ventanas
veintitrés un cristal bien ahumadopara mirar al sol
veintitrés es un rostroal espejo una mañana
veintitrés sale el díaveintitrés va la noche
veintitrés veintitrésveintitrés ...

El viaje en el Playa Girón representó para Silvio dos aspectos importantes: "El primero una especie de regresión a lo más primitivo del hombre. Ver al hombre en constante lucha contra el medio ambiente, ser partícipe de esa lucha, es algo inenarrable, emotivo. El otro es tener conciencia de lo que representa esa Flota pesquera a miles de kilómetros de nuestras costas, pescando por el futuro".

Hacía dos que había concluido el servicio militar, llevaba 27 meses de "artista profesional" y sentía pánico por las luces y las cámaras lo que, confiesa, "me sucede todavía".
"Lo cierto es que, aún sin esas canciones, ya yo era bastante conocido. Cuando me hice a la mar ya el pueblo cantaba mis canciones. Respecto a lo que significan para mi, podría asegurar que fue la única oportunidad que me he dado, en toda mi vida, de entregarme en cuerpo y alma a algo que me gusta, y que no considero un trabajo sino un placer: tratar de inventar canciones".

"En el barco no tenía exigencias, ni teléfonos, ni visitas. Cuando me iba a la sala de proceso a escoger pescado, o cuando me enrolaba en cualquier faena marinera, era para sacar la mente de algún atolladero creacional, para hacer actividad física –como recomendaba Agatha Christie a los escritores–, para despejar neblinas y enfrentarme de nuevo al dilema. Ni antes ni después me fue posible el lujo de tanto tiempo para mi mismo".

La primera canción que compuso a bordo del barco fue Un barco sigue al mundo, el día 27 de septiembre de 1969.

Lo primero del mar es partir,dejando en el borde toda prisa.Después viene, lenta,la soledadde cada hierro a la luna,la soledadque lleva al hombre vestido,la soledadde cada vena del barco.-¿Dónde estará?-,dicen todos los ojos,muy a pesar del juego y la sonrisa,surcando un tono extraño de los gritos.Y recostado al mar,como única mujer,un barco sigue al mundo.Lo segundo es el miedo a la noche,a la noche marina bellísima,mientras sobre cubiertala soledadhace masacre sin tregua,la soledadse sube al puente y golpea,la soledadllueve de popa a proa.Se deja atrás el próximo futuro,la posibilidad de no ser padre,la guerra azul temblando en la palabra.Y recostado al mar,como única mujer,un barco sigue al mundo.

La última, coincidiendo con el final de la recogida, fue Al final de este viaje en la vida, el 28 de enero de 1970, cuando regresó a bordo del pesquero Océano Pacífico.

Al final de este viaje en la vida quedaránnuestros cuerpos hinchados de ira la muerte, al odio, al borde del mar.Al final de este viaje en la vida quedaránuestro rastro invitando a vivir.Por lo menos por eso es que estoy aquí.Somos prehistoria que tendrá el futuro,somos los anales remotos del hombre.Estos años son el pasado del cielo;estos años son cierta agilidad con que el sol se dibuja en el porvenir,son la verdad o el fin,son Dios.

Quedamos los que puedan sonreíren medio de la muerte, en plena luz.
Al final de este viaje en la vida quedaráuna cura de tiempo y amor,
una gasa que envuelva un viejo dolor.
Al final de este viaje en la vida
quedaránnuestros cuerpos
tendidos al sol
como sábanas blancas después del amor.
Al final del viaje está el horizonte,
al final del viaje partiremos de nuevo,
al final del viaje comienza el camino,
otro buen camino que seguir descalzos
contando la arena.
Al final del viaje estamos tu y yo intactos.
Quedamos los que puedan sonreíren medio de la muerte, en plena luz.

Además, otras canciones como Ojalá, El rey de las flores, Resumen de noticias, Jerusalén, año cero y Cuando digo futuro fueron compuestas a lo largo de la travesía en el motopesquero. El cantautor resume cómo fue preparado "aquél deseo navegante" como llamó al viaje que, según dice, no sólo lo inspiraron Simbad, Melville, Conrad, London y Poe porque "en los últimos años había trepado a una montaña rusa vivencial que me había conducido casi a la locura y el hilo del que pendía mi existencia se tensaba peligrosamente".

"Jerusalén año cero" me salió por reflexiones propias de aquella época, que era de insurrección armada, en la que muchos cristianos estaban enrolados, a veces incluso sacerdotes como Camilo Torres. Yo tenía amigos católicos practicantes, como los poetas Cintio Vitier y Fina García-Marruz, a quienes veía a menudo y con los que conversaba de estos y otros temas. Recuerdo que la primera vez que canté esta canción en público fue en una reunión en casa de Felicia Cortiñas y Luis Rogelio Nogueras. Aquella noche creo que estaba Roque Dalton y también un cura revolucionario, un gran poeta que acababa de conocer y comenzaba a admirar, Ernesto Cardenal.