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miércoles, septiembre 09, 2009

"Un fuerte mensaje de paz"

El anuncio en La Habana del concierto Paz sin Fronteras, promovido por el músico colombiano Juanes, para el próximo 20 de septiembre en la Plaza de la Revolución, ha generado opiniones diversas. En la Isla se respira expectación en espera del encuentro. También, la actitud agradecida por el reconocimiento a la voz de Cuba en nombre de la Paz.


Uno de los invitados, el cantautor cubano Silvio Rodríguez, en entrevista para La Jiribilla, al responder sobre las “preocupaciones” que ha provocado tal “atrevimiento”, lo reafirma como “un evento de Paz que le molesta a la ultraderecha porque la naturaleza de esta gente es agresiva, como el bloqueo, y porque la idea y el hecho de la Paz socavan el odio que les alimenta”.



Cuando aún sonaban los acordes de la presentación en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil por la conmemoración de la gesta independentista del 10 de agosto de 1809, Silvio, quien ante unas 25 mil personas en el Estadio Modelo interpretó canciones que constituyen parte sustancial de la historia trovada de este conteniente, compartió algunas reflexiones con esta revista.


El concierto del músico colombiano Juanes en la Plaza de la Revolución tiene una historia previa y espontánea en La Habana. Cuéntanos sobre esta historia y sus antecedentes.


Los antecedentes, en lo que a mi persona se refiere, comenzaron por una llamada telefónica del Ministerio de Cultura para decirme que Juanes quería hacer un concierto en La Habana por la Paz y que venía a hablar de eso a Cuba. Me llamaron porque iba a haber una cena y querían que yo asistiera. Allí conocí a Juanes y le escuché hablar por primera vez del proyecto. Él me preguntó si quería participar y le dije que sí. Yo había visto por televisión el primer concierto por la Paz que habían hecho en la frontera de Colombia con Venezuela y me pareció positivo.


En la presentación del libro Cancionero comentas que a los 20 años creías que la poesía podía cambiar al mundo y ahora a los 60 estabas convencido de que no podías cambiarlo, pero sí hacerlo mucho mejor. ¿Puede evidenciar este concierto de Juanes en Cuba tal certeza?



Efectivamente, no creo que una canción o un concierto puedan cambiar la compleja realidad de la noche a la mañana, pero sin duda un evento como este puede ser un fuerte mensaje de voluntad de Paz, en este caso entre los EE.UU. y Cuba, países separados por discrepancias de medio siglo. A mi entender este concierto pretende unirse a la voz de muchos de aquí y de allá que deseamos que la situación se normalice y que cada cual viva como lo desea, respetando al otro diferente.



La idea de este evento musical ha levantado bastante revuelo en Miami acusándolo de concierto politizado. ¿Por qué puede molestar tanto un evento a favor de la Paz?



Las voces que condenan a este concierto no son las de la inmensa mayoría de trabajadores emigrantes cubanos. Mucho menos la de los 11 millones que vivimos en Cuba. Las voces incómodas y agresivas son de la pequeña pero muy poderosa ultraderecha cubana, que se da besitos con la ultraderecha estadounidense (la que ya se sabe lo que hace por todo el mundo). Un evento de Paz le molesta a la ultraderecha porque la naturaleza de esta gente es agresiva, como el bloqueo, y porque la idea y el hecho de la Paz socavan el odio que les alimenta.



Hay muchas guerras desatadas en todo el mundo: bélicas, ideológicas, económicas... Y este concierto se dedica a contraponer la Paz ante tales conflictos. ¿En favor de qué causas o contra qué actos vale la pena "disparar" canciones?



Juanes dice que desea que este concierto sea blanco; también se ha dicho que el blanco es la ausencia de color, por lo que interpreto que Juanes desea que no haya predominio de una razón sobre otra, que todos tengamos la misma oportunidad. Creo que en este concierto caben todas las canciones que transmitan aspectos de la condición humana, que es algo muy diverso, muy rico, al margen de las ideologías. Por eso, todo lo que sea respeto al derecho a la vida, a la educación, a la libertad, a la diversidad, será válido. Y más que "disparar" supongo que será un concierto donde se soplarán canciones para que el viento —ayudado por los satélites— las haga llegar lo más suavemente posible a todas partes.



Entre tus canciones, existen varias que se pronuncian contra la guerra. ¿Escucharemos algunas de ellas en el concierto? ¿Acaso algún adelanto de la nueva producción Segunda cita?
Para hacer el programa supongo que primero hará falta saber cuántos artistas participarán. Entonces se podrá tener una idea del repertorio que tocará a cada cual.
Segunda cita es un disco bastante enfocado en la realidad cubana, quizá pudiera cantar alguna de esas. Aún no lo sé. En algún momento pensé cantar “Rabo de nube”, que me fue imposible hacer en el homenaje a Pete Seeger. También he pensado en "Días y flores". Pero también pudiera desempolvar una, llamada "Blanco", que hice hace 40 años.



Cantar en la Plaza de la Revolución supone un deber, rememorando tu antológico tema. ¿Qué significación tiene entonces hacerlo hoy, en las actuales circunstancias, y acompañado de todos estos músicos?



Sigue siendo un deber y, por supuesto, también un gusto.



Acabas de realizar varios conciertos en Ecuador, uno de los centros de la renovación social que tiene lugar en América Latina. A partir de la experiencia de esta visita, tu contacto con el pueblo, unido a los hechos recientes del golpe en Honduras, la crisis mundial y las bases yanquis en Colombia, ¿qué señales o lecciones nacidas en este contexto nos debieran servir para el futuro latinoamericano más inmediato?
Creo que el golpe de Estado en Honduras se parece mucho al que dio Pinochet en Chile y creo que aquí tampoco lo hicieron solos. Los ambiciosos han vuelto a manchar la dignidad de las fuerzas armadas de un país latinoamericano. Hay muchos heridos de bala y si hay menos muertos ha sido por la presencia vigilante de TeleSur. Es obvio que el pueblo hondureño dirá la última palabra. Por otra parte, la intensidad de lo que hemos vivido en Asunción y en Guayaquil refuerza mi fe en que la segunda independencia latinoamericana continúa.

Analisis:Detalle de mujer con sombrero




Maine
Por ahí tiraban la idea de dejar analizada la tetralogía, contando con un gran primer paso de Javier, que se solidarizaba revelando las verdades de su libreta de interpretaciones. Se me aparece como uno de esos cuadernos privados que uno guarda con más celo que un tesoro, ¡cuántos años te ha acompañado, cuantas maravillas encerrará! A falta de poder acceder a esa libreta mágica me aventuro a comentar algunas cosas que me impactan de “Detalle de mujer con sombrero” a la espera de ser complementado por Javier y muchos otros compañeros silviófilos. Evidentemente, no es Emilia en este caso, y más aún, no es una mujer.


Como se desprende de la primera estrofa, la voz del yo lírico es la de una entidad más que ancestral, más antigua que la formación de todo lo que conocemos, que se auto refiere.


Nací cuando las nebulosas aun eran polvo cósmico en loca presión

cuando ni el bisabuelo de este universo

había conocido la luz nací mucho antes y aun soy lo mismo que fui.


La voz relata su propio nacimiento. Se trata de aquella materia primigenia, amorfa, que luego se transformaría en nuestra galaxia, nuestro sistema y nuestra tierra. Nuestro mundo y alrededores. Me hice universo, galaxia, planeta/ en mi lomo crecieron animales y selvas. Una voz que se adjudica a la Tierra para que exprese su suerte como planeta en los siglos que han transcurrido, recurso éste que Silvio retoma de los antiguos.



Quizá no sea la Tierra, sino la propia vida, que es una idea más afín con el final de la canción. Yo lo voy a tomar provisoriamente como la Tierra y ustedes dirán. La Tierra describe el estado previo a lo que las distintas civilizaciones han llamado “la creación”, se adjudica la exclusividad de haber conocido el “antes” de cualquier génesis, de cualquier cosmogonía.



Pero lo que me interesa más es ese último verso, que se repetirá continuamente como leit-motiv (motivo conductor); nací mucho antes y aun soy lo mismo que fui.



La idea de eternidad que transmite el verso, que se complementará con el estribillo para completarse. Tiempo inabarcable por nuestra mente mortal ha transcurrido, y la Tierra se mantiene inmutable.



Lenguas de fuego, estrellas remotas

cuerpos volando y buscando la vida

breves tormentas de millones de años

ojos en cielo azul




La segunda estrofa desarrolla el contenido de la primera. Es una enumeración de lo que ha visto a su alrededor. Es el espectáculo del universo y sus componentes en movimiento, los cuerpos celestes se personifican demostrando cómo todo está orientado a la formación de la vida, sentimiento que se repite en Silvio. La noción del tiempo es trastocada para dar el punto de vista de la tierra, que considera breve una tormenta de millones de años.



Esas cosas que, no sé a ustedes, pero a mí me hacen sentir como una ínfima partícula de nada, manejando escalas tan inmensas que no registran nuestras vidas, tan efímeras, en un tiempo y espacio infinitos. Siempre pensé que el estudio de la astronomía vuelve humildes a los seres humanos, basta con mirar las estrellas, pero me fui de tema.



Que joven soy :

/que me dará la vida/:

que me dará el amor.



Este estribillo es impresionante, es lo que me movió a adorar esta canción más que cualquier otra cosa. Primero que nada destaquemos el tono alegre, de celebración, con que se canta el contenido. Segundo, el contenido propiamente.



Después de transmitir de muchas maneras posibles la idea de longevidad, permanencia, perpetuidad, digamos que la gente de imaginación infantil como yo, ya se la imagina una Tierra con un bastón y moño, cantando esta canción. Pero no, no es una figura sabia y ancestral la que quiere que imaginemos, cansada achacosa, como cualquiera imaginaría a la Tierra si tuviera que personificarla, tosiendo por la contaminación y quejándose.



Sin dar la espalda a todo eso, lo que Silvio nos ofrece es la visión de una Tierra que reboza juventud, enérgica y palpitante, con visión de futuro y ganas de recibir lo que vendrá, dispuesta a lo nuevo, abierta al porvenir. Como el estribillo se resignifica a lo largo de la canción, lo voy a retomar más adelante.



Me hice universo, galaxia, planeta

en mi lomo crecieron animales y selvas

y la inteligencia fue haciéndose rienda

nací mucho antes y aun soy lo mismo que fui.



Esta estrofa da cuenta de cómo la Tierra tiene la voluntad de narrar lo que vivió luego de esos orígenes que contaba. Aparece lo que conocemos. Primero una gradación de lo más amplio a lo más pequeño hice universo, galaxia, planeta, para luego el brote de los dos reinos, animal y vegetal (aprovecho para aclarar que los reinos son dos, el mineral no es un reino, corrección que me hizo una colega profe de biología desterrando un error que tuve toda mi vida) En fin, es bueno destacar cómo esos reinos “crecen” en su lomo, brotan por sí mismos, no hay resabios de la influencia de ningún dios, que haga criaturas de barro ni nada de eso, la visión es darwinista; la inteligencia va evolucionando desde el estadio más primitivo, y, por supuesto, somos parte de esos animales que menciona, ni más ni menos. Se repite el leit motiv.



Un semi mono, cazador de venados

pirámides, tumbas de arena del hombre

dioses y héroes,

imperios caídos guerras de la religión.



La narración sigue el transcurso lineal del tiempo. El ser humano y pronto, lo que lo identifica: su capacidad de crear para poder trascender la muerte, creación como deseo de permanencia. Por eso las pirámides, que son tumbas que apuntan al cielo, para eternizar a los difuntos. Por eso incuso la creación de seres inmortales, dioses y semidioses, los héroes mitad verdad mitad leyenda. Y pegado a esto, casi como la misma cosa, la destrucción. La dialéctica construcción / destrucción que acompañó al ser humano siempre, como animal que crea para destruir, en fin, nuestras contradicciones.



La religión se menciona para hablar de la guerra, la visión es negativa. Aquí se empieza a ver la magia del estribillo. La estrofa cerraba con la idea de guerra, para encontrar el adversativo “pero”. Significa que lo que sigue ha de atenuar en algo esa idea de destrucción. Y precisamente, lo que sigue es el canto de esperanza de la Tierra, opone a ese pasado de penurias su sentimiento de que todo aún está por comenzar. En las siguientes estrofas, el estribillo tendrá esta función esperanzadora, mostrar lo negativo siempre de cara a un futuro mejor, no hay nada más revolucionario que eso. Bueno sí, hay, pero eso es muy revolucionario también.



Me brotaron colonias, mas tarde repúblicas

y países enormes en revolución

nació quien me puso nombre y apellido

y profetas con pie de león

nací mucho antes y aun soy lo mismo que fui

Sueños armados,

ideas preciosas

mal enemigo con banderas atómicas

elementales y viejas miserias

y el corazón de un fusil.



Como ya se me está yendo la mano voy a tratar de acotar. Estas estrofas siguen con el plan, llegamos al pasado reciente. Es evidente que plantea la polaridad de los dos bloques, el país enorme es Rusia convirtiéndose en la URSS, armas que se empuñan por un sueño, por amor, por ideas. El mal enemigo con banderas atómicas no necesita mayor presentación, todos tenemos el displacer de conocerle.



Aun me paseo robándole el aire

cualquier esperanza que ablande mis guerras

soy enemigo de mi y soy amigo

de lo que he soñado que soy

nací mucho antes y aun soy lo mismo que fui.

Un embutido de ángel y bestia

la democracia y el templo hermanados

hombres, mujeres, niños y viejos

y algo para una mujer.



Se retoma el motivo antiguo de la Tierra que llora por el comportamiento de los seres humanos, tan violentos.



La diosa romana de la Tierra solía pedir ayuda a otros dioses, a veces sentía el peso de los seres humanos sobre sí. Lo que sigue es de un contenido marxista indiscutible. Ser enemigo de lo que se es, negarse a sí mismo en la búsqueda de ser algo mejor. Es pura y llanamente la dialéctica hegeliana , tesis (lo que es), antítesis (lo contrario) y síntesis (la solución armónica de esas dos. La Tierra sueña con lo contrario de lo que es, la Tierra sueña con ese cambio. Se es amigo no de lo que se es, sino de lo que se debe ser. La Tierra es perfectible y quiere mejorar.



Aquí se resignifica ese “Qué me dará la vida, qué me dará el amor”, todo ese cambio está por comenzar.



Cuando me beses, cuando me acaricies

vas a sangrar, vas a iluminarte

mi anatomía de espuma y granada

hiere y canta por mi

es que nací mucho antes y aun soy lo mismo que fui.



Cuando me dejes, cuando me rechaces

estarás destruyendo, negando a mis padres

a todos mis hijos, a lo que me hizo

y a lo que yo vine a hacer.



Ahora y por último, la voz interpela al ser humano. Dos estrofas antitéticas cuya oposición reside en la actitud que se tiene hacia la Tierra. La primera es de afecto, pero también encierra una oposición interna que descansa en la doble naturaleza de la Tierra, agradable y cruel en sus elementos. Lastima e ilumina, se expresa a través de la espuma, del fuego, creando sensaciones diversas de placer y dolor. Se defiende del ser humano y también canta.


La siguiente es la advertencia, negar la el mundo. Aunque aquí se hace más patente la idea de que pueda ser la propia vida la que habla, la existencia, por decirlo de alguna manera, en la medida en que afirma tener un rol, algo que ha venido a hacer. Un rechazo así, será un rechazo de absolutamente todo. Un rechazo de lo absoluto. Finalmente, el estribillo nos deja su carga revolucionaria. Parece una apología del porvenir, revolucionaria en la medida en que choca con la idea posmodernista de que es el fin de la historia, de que ya no hay nada que esperar, no hay futuro. En la mente de un/a revolucionari@, esto es impensable, perder la esperanza es el error del que se tiene que estar mejor prevenid@. La Tierra no está vieja y cansada, ni decepcionada.


Nos transmite su mensaje de que está a la espera de que todo cambie, sabe que necesariamente habrá nuevas cosas por descubrir, y sabe que esas cosas nuevas serán producto del amor “Qué me dará el amor”, que es lo que mueve todo. El de la Tierra es un canto alegre de esperanza, está como esperando abril (parafraseando otra interpretación), y creo que ese es un mensaje enorme para la lucha, porque impide pensar que las posibilidades ya no están y que no hay nada por hacer, choca contra el desencantamiento del hombre, tan peligroso para cualquier empresa de cambio, en fin, sobre la transmisión de mensajes esperanzadores en Silvio podría estar escribiendo muchas horas más, y ya veo que hoy estoy especialmente verborrágica. Salud a los Silviófilos que llegaron hasta acá sin aburrirse, no dejen de "pensar en cosas imposibles".

reijavo



Maine, está excelente. me gusta mucho la frase: "soy enemigo de mi y soy amigo de lo que he soñado que soy ", ya que muchas veces la he aplicado a mí mismo, tiene que ver con el inconformismo creo yo. Recalcarles a todos además que esta canción pretende ser una autobiografía de la madre Tierra, incluso antes de que se constituyera tal y como es. Nos narra desde el BigBang, la gran explosión (Los elementos generados ahí y sus combinaciones, son los que nos constituyen a todos nosotros. Sí, todos nosostors venimos desde lo mismo. No es esto maravilloso?)

JuanGui mami escribes poco pero escribes relindo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! yo simplifico esta cancion que es de mis favoritas como "la historia del mundo" por silvio rodriguez jejeje

MaineLa verdad es que me tiene tan confundida como la propia relación entre titulo y canción. A simple vista la integración a la tetralogía reside solo en el título, que la convierte, sobre todo, en prima hermana de Óleo, porque tmb se trata de una pintura. Esto lo vuelve más confuso aún.



La tierra se equipara con una mujer, eso no hay duda.Del sombrero se desprenden millones de interpretaciones que ya discutimos, y que en este caso pueden reflejar lo que la tierra tiene sobre su cabeza ( a la humanidad, sus construcciones y todo lo demás, no sé, quizá ese sea el sombrero de la tierra). Sin duda cuando Silvio dice "mujer" hay que tomarlo con cuidado porque él atribuye feminidad a casi todo lo que ama.



Por tanto, lo que une la tetralogía no es la existencia de un "tú" único, sino de una misma imagen que se desdobla en diferentes experiencias de amor de distinto tipo. Pero bueno, si fuera por esto todas las canciones de Silvio entrarían en la tetralogía asique no vale. Perdón, los dejé igual que antes con este razonamiento, espero que alguien tire alguna idea más.

Con respecto a eso de que el sombrero sea un hombre, recuerdo que cuando lo leí me pareció un tanto rebuscado, en esa ocasón busqué la palabra sombrero en el diccionario de símbolos de Cirlot, no sé si será muy útil, pero ya que entramos en el tema lo transcribo: "El sombrero, por cubrir la cabeza, tiene en general el significado de lo que ocupa la cabeza, el pensamiento. Jung (pto de vista psicoanalítico) indica que el sombrero, a diferencia de la corona, recubre a toda persona, dándole así un aspecto general. (es verdad, en este sentido lo usó Eliot) (...) Cambiarse de sombrero equivale a cambiar las ideas (...) Algunos sombreros pueden ser símbolo de la represión". Cirlot. Bueno, tampoco quedé muy conforme en ese momento, no creo que se apliquen a las cuatro canciones, pero sí quizá a alguna de ellas, por ejemplo el sombrero-represión en óleo. No sé ¿qué opinan?

cavernicolaHola, hace poco descubrí esta canción y el resto de la tetralogía al bajarme un recital, la verdad es que las 3 restantes de la tetralogia (quitando la conocida del oleo) me parecen muy buenas. He buscado por aqui los significados que dan a las canciones. Me da la impresión de que las 4 canciones de la tetralogia son una unidad, puesto que parece claro que las 2 primeras van dedicadas a Emilia, supongo que las otras 2 también.



Coincido con la interpretación de la primera parte de la canción de que es una historia de la Tierra, es muy claro, parece por lo tanto que no tiene que ver con Emilia, pero a partir de aqui, ya no estoy tan seguro: Aun me paseo robándole al aire cualquier esperanza que ablande mis guerras. Soy enemigo de mí y soy amigo de lo que he soñado que soy.



Nací mucho antes y aún soy lo mismo que fui. Un embutido de ángel y bestia, la democracia y el templo hermanados, hombres, mujeres, niños y viejos y algo para una mujer. Pero, qué joven soy... Cuando me beses, cuando me acaricies, vas a sangrar, vas a iluminarte, mi anatomía de espuma y granada hiere y canta por mí. Es que nací mucho antes y aún soy lo mismo que fui. Cuando me dejes, cuando me rechaces, estarás destruyendo, negando a mis padres, a todos mis hijos, a lo que me hizo y a lo que yo vine a hacer. Pero, qué joven soy... Cuando habla de que le dejan y rechazan ¿no puede estar refiriendose a Emilia?.



Yo interpreto que canta una historia de la Tierra, esa misma historia desemboca en su propio ser, en Silvio. Cuando dice: Soy enemigo de mí y soy amigo de lo que he soñado que soy Un embutido de ángel y bestia, la democracia y el templo hermanados, hombres, mujeres, niños y viejos y algo para una mujer. creo que puede hablar de sus propias contradicciones y de que aun así puede ofrecerle algo a una mujer Cuando me beses, cuando me acaricies, vas a sangrar, vas a iluminarte, mi anatomía de espuma y granada hiere y canta por mí.



Aqui diría que la mujer disfrutaría y sufriría con el Cuando me dejes, cuando me rechaces, estarás destruyendo, negando a mis padres, a todos mis hijos, a lo que me hizo y a lo que yo vine a hacer. Al dejar a Silvio viene a decir que no solo le rechaza a el sino incluso a los hijos que no han podido tener, es mas rechaza la propia existencia de Silvio al decir que a amarla a ella es lo que el a venido a hacer a la Tierra. Bueno, no se ¿que opinais?. Saludos

MaineYo creo que es interesante ese movimiento que señalas desde la voz de la tierra hacia la del sujeto. El tema es que lo sigo viendo de la manera en que lo expuse al principio, de que es la propia tierra la que habla de las consecuencias que tendría el rechazo o el maltrato del ser humano, por eso no me quiero extender, sería redundar en lo que puse en aquella ocasión. Pero acuerdo en que es una teoría que le confiere a la tetralogía la unidad de sentido que yo no le encuentro.

Calavera Bueno, lo que me da la impresión (y mas pensando en que la tetralogia es una especie de unidad) es que al final de la canción ya no habla de la tierra sino de si mismo, de sus contradicciones como persona y del rechazo de Emilia hacia su amor y hacia lo que hubiera podido hacer juntos como pareja, al final llega a decir incluso que el ha venido a la tierra para amarla a ella.



Volviendo a fijarme en la canción llego incluso a pensar sino está hablado todo el rato de si mismo. Al hacer la historia de la tierra desde las primitivas nubes de polvo quiza está contando su propia existencia: desde que fue creado a partir del polvo (a prtir de un espermatozoide y un ovulo) y su evolución como persona (igual que evoluciona la tierra va evolucionando el como persona hasta tomar conciencia politica).



De esta forma seria una historia personal contada a traves de la historia de la tierra. No sé quiza deliro un poco, tambien me da la impresion de que toda la tetralogia va cambiando desde un tono mas pesimista en la primera cancion hacia un tono mas optimista en las siguientes canciones, en la ultima cancion acaba diciendo que su amor canta, parece que al final se libera de algo, los mismos titulos parecen decirlo.
La primera cancion es Mujer con sombrero, la ultima es Mujer sin sombrero, parece que al dejar el sombrero deja o exorciza de alguna forma la presencia de la mujer y se libera de su penar. Quiza alucino un poco, no se

Beto Juarez
No veo que alucines en lo más mínimo. Interesante lo que propones. Y lo del sombrero que primero está y luego no, me suena muy lúcido. Si tienes tiempo, trabaja un poco tu teoría con las 4 canciones, más minuciosamente y ve hasta donde llegas, cavernicola.

tapsinhay una seccion que es cita a nicanor parra... creo que es la que ice... un embutido de angel y bestia... esa

jueves, septiembre 03, 2009

cronica concierto en Ecuador

El cubano Silvio Rodríguez cautivó el pasado viernes al público ecuatoriano en su primera presentación en Guayaquil, en el marco del Bicentenario de la Independencia, que se cumple mañana. Rodríguez se presentó en un espectáculo de acceso libre y gratuito el estadio Alberto Spencer.


El estadio Alberto Spencer se repletó de amantes de la Trova que enarbolaron banderas de Cuba, Chile, Venezuela y Colombia. En las afueras del Modelo, 50 buses intercantonales justificaban la presencia de cientos de espectadores de otras provincias, como Cañar, El Oro, Pichincha o Manabí.
Guayaquil. “Hace tiempo que queríamos estar aquí. Siempre habíamos estado en Quito; nos gusta mucho Quito, pero queríamos estar en Guayaquil”. Eran las 21:15 en la fresca noche del viernes en el estadio Alberto Spencer. Silvio Rodríguez había terminado de cantar la primera canción de su concierto, En el claro de la Luna, y se sinceró al frente de los 35.000 seguidores de su música sobre el recinto deportivo guayaquileño.





El cantautor cubano se mostró fiel a su estilo en el viejo estadio de la Avenida de las Américas: sobrio, conciso, centrado en su música, con las palabras justas. No habló demás entre canción y canción, de las 31 que interpretó a lo largo de la noche, en las dos horas y 22 minutos que duró su recital.



El intérprete se acercó a su público al comentar “yo soy de pueblo, de campo”, refiriéndose a sus orígenes en San Antonio de los Baños, a 37 kilómetros de La Habana. Citó al dramaturgo alemán Berthold Bretch, al actor estadounidense Danny Glover y al poeta cubano Rogelio Nogueras. Agradeció por el concierto al presidente Rafael Correa, quien, a pesar de que asistió, no subió al escenario. También recordó a su amigo y colega, Noel Nicola, trovador cubano fallecido en el 2005.





Recordó que cinco de sus compatriotas están detenidos en Estados Unidos “por haber penetrado a grupos terroristas previendo que atacaran a nuestro país” y señaló que ese país “falló al prevenir los ataques terroristas a la nación soberana de Cuba”. Apenas había cantado los temas Claro de la luna, Sueño con serpientes, Quién fue y Óleo de mujer con sombrero cuando subió al escenario la secretaria del Migrante, Lorena Escudero, quien le dio la bienvenida a nombre del Gobierno ecuatoriano y anunció que el Primer Mandatario lo había designado embajador de la campaña “Todos somos migrantes”. Luego le entregó la medalla Bicentenario del Ministerio de Cultura.





La asambleísta María Alejandra Vicuña, en cambio, entregó la Orquídea de la Paz del Instituto Ecuatoriano-Cubano a Niurka González, la esposa del cantautor, quien tocó la flauta traversa.El presidente de la República, Rafael Correa, en primera fila, coreó entusiasta cada una de las canciones del gran trovador.





En primera fila también estuvieron el gobernador del Guayas, Roberto Cuero, la ministra del Migrante, Lorena Escudero, acompañada del ministro de Cultura, Ramiro Noriega; y el ministro de Gobierno, Gustavo Jalkh.


Estuvieron además, el Secretario de la Administración Pública, Vinicio Alvarado; el Secretario General de Comunicación, Fernando Alvarado; el presidente del Consejo Nacional Electoral, Omar Simons, entre otros.

Pero Silvio fue, sobre todo, su música, coreada en masa por los asistentes. Especialmente las canciones más populares, como Sueño con serpientes, El Necio, Ojalá, La Maza, Playa Girón, Te doy una canción, pero, aunque en menor medida, melodías no tan difundidas como las anteriores, tales como Oleo de Mujer, Mariposa, Quién fuera, El dulce abismo, Papalote, Postguerra, Son desangrado…


No existió canción del cubano que no fuera cantada por lo menos por parte del público, el cual llegó desde diversas zonas del país, con quiteños y cuencanos a la cabeza, pero también con melómanos de Gualaceo, Ibarra, Loja, Riobamba, Alausí, Latacunga... Buses de cooperativas de esas ciudades aparecían estacionados en las afueras del estadio, como prueba del interés que existió en el Ecuador por la presencia del trovador. Las elaboradas letras de la música de Rodríguez tuvieron un toque adicional. El sonido de la flauta de Niurka González, una multipremiada concertista cubana, quien además es esposa del cantante. A ellos se unieron el virtuoso trío Trobarroco, también proveniente de la isla, integrado por Rashid López en guitarra; Maykel Elizalde, en tres, y César Bacaró, en contrabajo. El percusionista fue Oliver Valdés.



Rodríguez se presentó con un sombrero de paja toquilla, una camisa negra de mangas cortas y jean. De entrada se sacó el sombrero y fue ovacionado. El música de 62 años, 41 de ellos como profesional, mostró que la fina y armoniosa voz que le hizo famoso sigue vigente. Con guitarra en mano y los ojos cerrados, interpretó la mayoría de sus temas.


Fue ahí que interpretó El Escaramujo, un canto al derecho del niño y hombre a saber y preguntar… “Yo vivo de preguntar, saber no puede ser lujo… porque el escaramujo está en el fondo del mar”. Luego de una hora y media de concierto, las luces se encendieron en señal de despedida pero el público quería más. Gritaba su nombre y le decía “Silvio, Ecuador está contigo”. Si por El Necio fue ovacionado, por Ojalá nadie se quedé callado. En uno de los tantos libros escritos en honor al cantante, se relata que Ojalá fue escrita y dedicada a una profesora de la cual estuvo enamorado y luego perdió.Antes de partir de Cuba, hace cerca de 10 días, había dicho al diario Granma que tenía previsto interpretar en Guayaquil sus temas más conocidos y fue así. Con ellos terminó el concierto.


Unicornio, canción que alguna vez Silvio dedicó al poeta y amigo Roque Dalton, quien fue asesinado en 1975 por sus propios compañeros revolucionarios en El Salvador, también recordo recordó a su compañero de trova, Noel Nicola, fallecido hace 4 años. y Playa Girón cerraron su repertorio. Eran las 23:32 en la ya entonces ventosa y no tan calurosa noche porteña, que se despedía del trovador.


Silvio se despidió complaciendo y recordando los acontecimientos de Playa Girón. Aunque dejó con ganas de saber más de Causa y Azares, de recordar la América de Ernesto, hablar de Mujeres y la más bella de las Blancanieves, de tener una Cita con Ángeles y de incluso saber Por quién merece amor.


Previo a la actuación de Silvio Rodríguez, los artistas ecuatorianos Hugo Hidrovo, Beatriz Gil, Carlos Prado y Héctor Napolitano ofrecieron un repertorio de música urbana, latinoamericana y nacional.


Napolitano‘Napo’ interpretó la canción favorita de Mandatario, Hasta siempre comandante. Expresó que cualquier justificación al ataque de Angostura por parte del ejército colombiano, el 1 de marzo del 2008, era “traición a la patria”.HidrovoHugo Hidrovo agradeció al gobierno por la nueva Ley de Cultura que obligará a las emisoras a programar música nacional

Embajador de buena voluntad de los migrantes




Redacción
El cantautor cubano Silvio Rodríguez recibió el diploma a través del cual se le otorga el nombramiento simbólico de Embajador de Buena Voluntad de los Migrantes del Gobierno de Ecuador. El músico y poeta brindó un concierto en el estadio Modelo Alberto Spencer de Guayaquil como parte de las celebraciones por el Bicentenario de la Independencia de Ecuador. Silvio Rodríguez se adhiere de este modo a la campaña ‘Todos somos migrantes’, que impulsa la gubernamental Secretaría Nacional del Migrante de Ecuador.
La campaña pretende promover el respeto de los derechos de las personas migrantes y la interculturalidad y se desarrolla en torno a los ideales de ciudadanía universal, solidaridad y fraternidad, y en rechazo a toda forma de discriminación, racismo y xenofobia.

El desafío es complejo, puesto que la actual tendencia de las políticas inmigratorias en el mundo tiende, clara y dramáticamente, hacia un endurecimiento con tintes discriminatorios, criminalizantes, represivos y disuasivos, que atenta contra los derechos de millones de personas en movilidad en todo el mundo.






La campaña pretende no sólo recabar la comprometida y solidaria adhesión de la ciudadanía mundial, sino que quiere servir además como plataforma para promover, durante 2009 y 2010, una serie de encuentros y actividades a celebrarse en diferentes ciudades del mundo por parte de actores institucionales y sociales, y desde los que se promoverá el pensamiento, la construcción y el ejercicio de la interculturalidad.

se considera "ave raris




Consultado por la prensa sobre si la gente aprende de sus canciones, Rodríguez declaró que “hoy día aprenderán del rap, del reggeaton, pero no con mis letras”.



“Realmente yo soy una especie de ‘ave raris’ que sobrevive todavía en medio de esta cantidad de cosas diferentes que están pasando en la música”, afirmó en declaraciones difundidas el jueves por la prensa local.


En temas políticos, reiteró su admiración por los procesos revolucionarios y señaló que “la contrarrevolución lo que quiere es destruir a la revolución, quiere que la revolución no se defienda y yo soy de los que defienden la revolución … con todo lo que pueda”.


Entre los miles de espectadores que tendrá el artista cubano en su concierto estará el mandatario ecuatoriano Rafael Correa, informó la Presidencia.


Correa, que en ocasiones canta durante actos públicos, ha confesado su admiración por Rodríguez. Al preguntarle al cantante si dejaría que Correa lo acompañe en el concierto auspiciado por el gobierno, Rodríguez dijo que “si ustedes (los periodistas) dicen que canta bien, yo lo dejo” cantar en la presentación, lo que provocó risas entre la prensa.

En temas políticos, reiteró su admiración por los procesos revolucionarios y señaló que “la contrarrevolución lo que quiere es destruir a la revolución, quiere que la revolución no se defienda y yo soy de los que defienden la revolución … con todo lo que pueda”.

Lo que está pasando en Ecuador, en Bolivia, en Venezuela... pues yo estoy muy de acuerdo", apostilló Rodríguez, que vuelve a los escenarios ecuatorianos después de más de trece años

"No tengo mensajes, tengo canciones"

El cantautor cubano Silvio Rodríguez cautivó ayer con su carisma, sencillez y don de gente, durante el encuentro que mantuvo con medios de prensa,artistas del ámbito local y seguidores.

En el Teatro Municipal se desarrolló la rueda de prensa, que se prolongó por casi dos horas.

Antes del inicio de la conferencia, se cumplió un acto protocolar con la presencia del ministro de Cultura, Ticio Escobar, y el titular de Cultura de la Municipalidad, Fernando Pistilli, quienes entregaron a Rodríguez los pergaminos que declaran su visita de interés cultural y lo distinguen como visitante ilustre de Asunción.

LAGO YPACARAÍ. Al agradecer el gesto, el trovador compartió los
Sentimientos que le invadieron cuando visitó el lago Ypacaraí. "Ayer (por el miércoles)en un acto aparente de turismo, pero que creo que fue mucho más, porque fue como un reencuentro con una zona de mi infancia, me fui a ver el lago de Ypacaraí, junto al lago azul de Ypacaraí', donde recordé muchas cosas: a Martí, que fue cónsul de Paraguay; al primer paraguayo que conocí cuando empezada a cantar y que en realidad era una mujer llamada Sofía...", dijo el artista, que mañana se presenta por primera vez en Paraguay, en la fachada litoral del Palacio de López, a las 17.

Tras la ceremonia, el artista isleño recibió un pequeño recital a cargo de Ricardo Flecha y la Orquesta de Reciclados (ver recuadro a la derecha).

Luego del aperitivo musical, el moderador del encuentro, José Antonio Galeano, anunció el inicio de la conferencia de prensa.

LA TROVA. Consultado sobre el presente de la nueva trova, el cantautor respondió que en este momento está experimentando un renacer "con ciertas características, que es la cosa de la canción a dos voces, hay muchos dúos",agregó.

Por otra parte, comentó que le embargan sentimientos de culpa cuando se entera que personas sufrieron tortura y prisión por escuchar sus canciones y poemas.

No obstante, matizó que "por suerte hay otras noticias que palian un poco ese sentimiento de culpa, como saber que en lugares como El Salvador o Nicaragua oyen las canciones de uno y van al combate. Esto es un alivio",refirió.

PROCESO CREATIVO. Sobre el proceso que utiliza para escribir, explicó que es muy diverso.

"A veces ya tengo toda la música lista y solo le falta la letra. En otras, me inspiro en la frase de algún libro, en una escultura, en un cuadro o en una sinfonía", señaló.

El cubano considera que para crear se necesita de "un 5% de inspiración y 95% de trabajo".

Además, confesó que nunca tuvo la intención de crear canciones con mensajes.


"Nunca he abordado programáticamente la canción y no critico a quien lo haga. Yo no tengo mensajes, tengo canciones, y si las desean escuchar, muchas gracias", manifestó el ilustre visitante.


Silvio Rodríguez expreso que la revolución necesita "cambio" y "sangre joven", durante una conferencia de prensa tras arribar a la capital paraguaya para un recital organizado por el gobierno del presidente Fernando Lugo, reportó la AFP."Creo en la revolución como un proceso que necesita cambio, profundización, que necesita ayuda, que necesita sangre joven pero que confíe en todos esos compatriotas que lo hicieron posible", precisó el cantautor.La revolución "tiene entre sus méritos haber tenido éxito medio siglo al lado de la mayor potencia reaccionaria mundial", dijo en referencia a Estados Unidos.


"Yo era un niño de una familia muy humilde" y la revolución abrió oportunidades que "no hubiéramos tenido nunca", por ejemplo para ir a la escuela, afirmó Rodríguez, según citó EFE.Opinó además que "que la revolución se ha dado cuenta de que los tiempos han cambiado y que hay realidades, medidas, situaciones, que nuestra sociedad tiene que evolucionar. Para esa evolución no basta solamente la voluntad", dijo."Tenemos, paralelamente a esta conciencia, que me parece a mí existe en la alta dirigencia de nuestro país, otros factores que hacen que eso no cambie", expresó, al momento de señalar que Cuba es un país en vías de desarrollo que sufre desde hace 50 años el embargo de Estados Unidos.


Rodríguez, de 62 años, fue declarado el jueves "ciudadano ilustre" de Asunción."Hace muchos años tenía el deseo de visitar Paraguay, que es de esta zona el único país en el que no había estado. Era como un desencuentro involuntario y que ahora, al fin, gracias a estos amigos que tienen otra visión de Latinoamérica, de los vínculos de este país con el mío, han hecho posible esta visita", indicó

En cuanto al recital del sábado, adelantó que tocará "canciones que tienen un poco de rock, sones, habaneras, blues y también canciones más abiertas, más libres".

Asimismo, manifestó que dedicará la canción Mi unicornio azul a las víctimasde la tragedia del Ycuá Bolaños.

UN REGALO ESPECIAL

Antes del inicio de la conferencia de prensa, los músicos Ricardo Flecha,Óscar Fadlala y la orquesta de instrumentos reciclados Oxford ofrecieron un pequeño recital a Silvio Rodríguez.

Al concluir el miniconcierto, el director del conjunto, Fabio Chávez, obsequió una guitarra reciclada al artista cubano, que de muy buena gana la recibió.

Concierto en Paraguay

Como el clima no era bueno, se adelantó la presencia del cantautor cubano, para deleite de las miles de personas que seguían las emotivas letras de sus canciones.


Rodríguez destacó que llegó a Paraguay luego de esperar mucho tiempo y agradeció que su presencia en Asunción fuera posible "gracias al presidente Fernando Lugo", cuyo Gobierno respalda en lo que respecta al proceso de cambio, según reconoció el jueves en una conferencia de prensa.


El espectáculo, en el que se mezclaron en la noche del sábado aspectos climáticos, emociones, lágrimas y mensajes políticos, se desarrolló en los jardines del Palacio de López, con presencia, en primera fila del presidente de la República, Fernando Lugo, el titular del Congreso Nacional, Miguel Carrizosa, ministros del Ejecutivo y otras autoridades del Ejecutivo.




Detrás de ellos se habían congregado miles de personas de distintas edades, grupos de partidos políticos de izquierda y gente sin militancia política atraída solo por las melodías del cantautor cubano.




Rodríguez presentó un repertorio que abarcó sus últimas composiciones así como las que le marcaron como el cantautor cubano más conocido en el mundo.




El concierto había comenzado con la presentación de Ricardo Flecha, quien hizo un recorrido por temas varios, con repertorio nacional y temas de Silvio Rodríguez traducidos al guaraní por Félix de Guarania. Flecha no dejó la oportunidad de pedir al presidente del Congreso "hacer bien las cosas" como el pueblo lo reclama.

Durante el concierto, desarrollado por momentos bajo una intensa lluvia, se vivieron momentos emotivos, especialmente cuando fueron recordados los desaparecidos en la época de la dictadura y la muerte de casi 400 personas durante el siniestro del Ycuá Bolaños.




Con “En el claro de la luna”, Silvio Rodríguez inició su recital. Tomó asiento en una butaca ubicada más hacia el fondo del escenario, de la que no se vio hasta casi una hora después, cuando buscó su cámara fotográfica para llevarse una instantánea del público, justo después de interpretar “Ojalá”.




En dos pasajes hizo lecturas, primero una carta del actor estadounidense Danny Glover cuando presentó el documental “El proceso” hace dos años, acerca de cinco cubanos que son presos políticos en Estados Unidos; a ellos les gusta: “El dulce abismo”. Luego leyó un poema del poeta cubano Rogelio Delgado escrito en 1979 tras visitar el campo de concentración de Auschwitz, con que reprochaba la invasión israelí a Líbano: derivó en la canción “Sinuhé”.

Cerca del final, Silvio decidió dar participación en su concierto a Ricardo Flecha, con quien interpretó un tema, y a Alberto Rodas para encargarle la tarea de cantar "Dónde están los desaparecidos"; una pieza en honor a 400 desaparecidos durante la dictadura del general Alfredo Stroessner (1954-89). ambos compartieron “Pequeña serenata diurna”, que el artista paraguayo cantó en guaraní. Siguieron “Te doy una canción” y “Unicornio”, que dedicó a las víctimas del 1-A, desatanado lágrimas de muchos de los presentes, en especial de los integrantes de la Coordinadora de Víctimas que tuvieron un lugar especial cerca del escenario, que alzaron todas las fotos.




Al finalizar, Lugo abandonó el predio, se abrió el cerco de seguridad y hubo un momento de incertidumbre acerca del recital, mientras el público clamaba por un bis. Silvio volvió; el escenario quedó algo desprotegido y un par de admiradores intentaron acercarse a él, al cantar “Ángel para un final” ”. Se despidió con “Casiopea”.

Más que un concierto con una acústica exquisita, con el cantautor inspirado y con el acompañamiento de un sensacional grupo de músicos, la presencia de Silvio Rodríguez en Paraguay no puede medirse solo desde el punto de vista artístico. El Gobierno de Lugo, a todas luces, intentó lanzar un claro mensaje al pueblo, en el sentido del compromiso hacia el sector social.