Por María Fernanda Ferrer
Fotos: Alexis Rodríguez
“Para mí es un verdadero honor regresar al Centro Pablo: estoy entre los tres primeros trovadores que cantaron en este patio en el entonces naciente proyecto A guitarra limpia”, aseguró el reconocido trovador Gerardo Alfonso en conversación con esta reportera.
El autor de temas emblemáticos como Sábanas blancas, Son los sueños todavía, Quisiera y El ilustrado caballero de París, entre muchos otros, ofrecerá un concierto único el próximo 1 de diciembre, a las 4:30 p.m, en la sede del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau (Muralla no. 63, entre Oficios e Inquisidor, La Habana Vieja) a propósito del aniversario 25 de la creación de A guitarra limpia, proyecto que ha reunido a todas las tendencias y generaciones de la llamada Nueva Trova Cubana.
“Me siento entre los fundadores de este espacio y repetir, luego de veinticinco años, es algo maravilloso. Es la tercera vez que estoy presentándome en el Centro Pablo con un concierto personal -porque como invitado he estado muchísimas veces- y es algo muy bonito, estremecedor. También este concierto puede entenderse como un testimonio de la evolución o del recorrido que hace el artista a través del tiempo. Tengo previsto, además, estrenar canciones y retomar algunas que –por decirlo de alguna manera- se han convertido en clásicos dentro de la canción que hago. Será una presentación de poco más de una hora de duración.
¿Queda clarísimo que será a guitarra solamente?
Solo guitarra y voz. No habrá ningún invitado ni instrumento que acompañe y, como dijo Silvio (Rodríguez) “la guitarra es la guitarra sin envejecer” Y lo vamos a demostrar una vez más.
¿Puedo decir que este A guitarra limpia es un retorno a la semilla?
Es un complemento de lo que hago. Me interesa mucho el piano y me auxilio de él, pero me gusta trabajar con mi banda e, incluso, dentro de ella hay como un subgrupo que se denomina Té de jazmín en el que las muchachas cantan.
Con todo ello voy completando mis intereses musicales, pero la guitarra es el instrumento con el que primero me expresé y es importante conservarlo y defenderlo: es una manera de rendir tributo a la tradición trovadoresca cubana y a los cincuenta años de la creación del Movimiento de la Nueva Trova. Me incluyo en esa celebración con un concierto de estas características.
Eres un artista, un trovador, que ha tenido el privilegio de hacer canciones que han sido, que son, antológicas y bandas sonoras de más de una generación. Los temas que antes tratabas –y que tratas ahora con más de seis décadas vividas- ¿siguen siendo los iniciales o con el paso del tiempo vas por otros caminos creativos?
Hay un tema que es fundamental y que se mantiene, que es el amor. Hay otros aleatorios que me van saliendo, pero en el cúmulo de tantos años haciendo canciones he descubierto que tengo muchos temas que puedo compilar y el resultado es diferente. Por ejemplo La cima –que es una serie de canciones dedicadas a la quimera que querer alcanzar el primer lugar- fue una compilación de canciones hechas en distintos momentos.
El disco de La Luna incluye canciones que datan de entre 1983 y 1999, que fue el año que armé ese proyecto: eran canciones que hice a la luna y que compilé. La ruta del esclavo esaborda la racialidad etnológica-cultural y agrupa temas que se acercan a ese asunto.
A orillas del mar, por ejemplo, es un disco que está hecho a partir de composiciones de la década de los setenta; poco a poco he ido afinando y aguzando la vista para detectar las canciones que se complementan. También puedo hacer discos con temas sociales, por ejemplo, puedo hacer un disco dedicado a La Habana de unas veinte canciones.
¿Y eso no lo has pensado realizar?
Lo que pensé fue un libro de unas quinientas canciones de muchísimos autores y que anda estancado por ahí por falta de papel… Tengo la idea de que al español que hablamos en Cuba hace falta incorporarle el lenguaje de la cultura de raíces afrocubanas y de esa forma enriqueces el idioma. Incluir culturas es muy necesario para la unidad que estamos preconizando.
El español que se habla en España, por ejemplo, no tiene influencia de las culturas afrocubanas y ese análisis me lleva a caminos que están relacionados con la función que las religiones afrocubanas les dan a los símbolos totémicos como las piedras o las hierbas. Por ahí voy encontrando temas.
En relación con La Habana, estoy interesadísimo en torno a todas las personalidades que han surgido aquí, que han nacido aquí y que han hecho cosas en La Habana y que, después, se fueron a vivir a otros sitios del mundo.
¿Te refieres a músicos?
No solo músicos sino también científicos, deportistas, historiadores… si me motivo les escribiré un tema a cada uno de ellos. Me estoy refiriendo a personalidades que hicieron cosas importantísimas durante la República. Este es un trabajo que no se puede hacer corriendo porque lleva mucho estudio y, además tiene un gran componente emocional para que la canción sea algo vivo y no se quede como si fuera un artículo.
Eres un músico que ha podido hacer también un interesante trabajo sinfónico, ¿esa vertiente le aporta o le resta a tu trabajo como trovador?
Considero que lo sinfónico es un instrumento más. Antes de hacer este trabajo pensaba que hacer algo sinfónico me haría más pleno. Pero no. Lo sinfónico es solo una forma de expresarse musicalmente y es tan importante como la guitarra. No está bien discriminar nada –ni lo sinfónico ni la guitarra sola- y mucho menos tener prejuicio cuando de música se trata: todas las músicas son importantes y son posibles. Lo que segrego es el mal gusto, la mediocridad, la chabacanería y la grosería.
Planes para lo que resta de año…
Cumplí 65 años el primero de noviembre y mis planes son cuidarme la salud y seguir componiendo. Mi trabajo es lo único que nadie me puede quitar: si soy popular, si soy masivo, si me divulgan o no me divulgan son cosas que no dependen de mí. Hay situaciones que no puedo manejar, ni controlar, pero lo que sí no pueden quitarme es la capacidad de crear, de estudiar y de perfeccionar lo que estoy haciendo y que le ha dado sentido a mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario