las letras de Silvio fundaron un modo de decir.

 Uno no encuentra palabras para decirle a Silvio cuánto significa para nosotros y cuánto esta nación le debe a sus canciones. En la conformación de lo que es Cuba hoy –la cubanía– tanto distinta a lo que era hace 100 años atrás, las letras de Silvio fundaron un modo de decir, de actuar, de pensar, de ver el mundo, de enfrentar enemigos, de vivir, de enamorarse y de hacer el amor; no por cualquiera, sino "por quien merece".

Silvio es un hombre de carne y hueso que envejece, que hoy nos cumple otro año más: 77; que seguramente padecerá sus «achaques» y le costará más hacer algunas cosas que antes hacía fácilmente; que piensa en los recuerdos, en todo lo hecho, en todo lo cantado, y siente orgullo, como no podría ser de otro modo. 

Y a ese Silvio, lo queremos profundamente: al Silvio hombre, al Silvio errático, al Silvio imperfecto, al Silvio de Niurka, al Silvio de sus hijas e hijos, al Silvio de la nueva trova, de sus compañeros; al Silvio que cantó con los más grandes cantautores del continente y creó universos junto a los más grandes poetas, artistas, intelectuales...; al Silvio de las fotos de Kaloian, al Silvio de los barrios y de las prisiones, al Silvio bloguero de Segunda Cita, al Silvio que emplea su tiempo para debatir y cuestionar nuestro contexto social como un influencer del 2023; al Silvio inconforme y crítico que nos sigue salvando de la inercia; al Silvio que donó, en plena pandemia, todo lo recaudado en sus conciertos en Madrid al sistema de salud cubano; a ese eterno Zurrón de Aprendiz, al Silvio de Fidel, de Cuba, de América Latina, del mundo...

Él mismo dijo, no hace tanto, que lo que es como artista se lo debe a la Revolución: «Eso siempre me ha honrado, mi música no fuera lo que es sin la Revolución». Porque esto también es Silvio: la lealtad, "esto soy y no hay más nada" –sin máscaras– una verdad defendida al precio que sea necesario, no por moda, no por circunstancias, no por oportunidad, no por conveniencia; sino por convicción, por compromiso, por creer en una idea hasta siempre, por saber morir como vivió.

Felicidades SILVIO, El Necio ❤️

📸 Ricardo Lopez Hevia