jueves, septiembre 03, 2009

Concierto en Paraguay

Como el clima no era bueno, se adelantó la presencia del cantautor cubano, para deleite de las miles de personas que seguían las emotivas letras de sus canciones.


Rodríguez destacó que llegó a Paraguay luego de esperar mucho tiempo y agradeció que su presencia en Asunción fuera posible "gracias al presidente Fernando Lugo", cuyo Gobierno respalda en lo que respecta al proceso de cambio, según reconoció el jueves en una conferencia de prensa.


El espectáculo, en el que se mezclaron en la noche del sábado aspectos climáticos, emociones, lágrimas y mensajes políticos, se desarrolló en los jardines del Palacio de López, con presencia, en primera fila del presidente de la República, Fernando Lugo, el titular del Congreso Nacional, Miguel Carrizosa, ministros del Ejecutivo y otras autoridades del Ejecutivo.




Detrás de ellos se habían congregado miles de personas de distintas edades, grupos de partidos políticos de izquierda y gente sin militancia política atraída solo por las melodías del cantautor cubano.




Rodríguez presentó un repertorio que abarcó sus últimas composiciones así como las que le marcaron como el cantautor cubano más conocido en el mundo.




El concierto había comenzado con la presentación de Ricardo Flecha, quien hizo un recorrido por temas varios, con repertorio nacional y temas de Silvio Rodríguez traducidos al guaraní por Félix de Guarania. Flecha no dejó la oportunidad de pedir al presidente del Congreso "hacer bien las cosas" como el pueblo lo reclama.

Durante el concierto, desarrollado por momentos bajo una intensa lluvia, se vivieron momentos emotivos, especialmente cuando fueron recordados los desaparecidos en la época de la dictadura y la muerte de casi 400 personas durante el siniestro del Ycuá Bolaños.




Con “En el claro de la luna”, Silvio Rodríguez inició su recital. Tomó asiento en una butaca ubicada más hacia el fondo del escenario, de la que no se vio hasta casi una hora después, cuando buscó su cámara fotográfica para llevarse una instantánea del público, justo después de interpretar “Ojalá”.




En dos pasajes hizo lecturas, primero una carta del actor estadounidense Danny Glover cuando presentó el documental “El proceso” hace dos años, acerca de cinco cubanos que son presos políticos en Estados Unidos; a ellos les gusta: “El dulce abismo”. Luego leyó un poema del poeta cubano Rogelio Delgado escrito en 1979 tras visitar el campo de concentración de Auschwitz, con que reprochaba la invasión israelí a Líbano: derivó en la canción “Sinuhé”.

Cerca del final, Silvio decidió dar participación en su concierto a Ricardo Flecha, con quien interpretó un tema, y a Alberto Rodas para encargarle la tarea de cantar "Dónde están los desaparecidos"; una pieza en honor a 400 desaparecidos durante la dictadura del general Alfredo Stroessner (1954-89). ambos compartieron “Pequeña serenata diurna”, que el artista paraguayo cantó en guaraní. Siguieron “Te doy una canción” y “Unicornio”, que dedicó a las víctimas del 1-A, desatanado lágrimas de muchos de los presentes, en especial de los integrantes de la Coordinadora de Víctimas que tuvieron un lugar especial cerca del escenario, que alzaron todas las fotos.




Al finalizar, Lugo abandonó el predio, se abrió el cerco de seguridad y hubo un momento de incertidumbre acerca del recital, mientras el público clamaba por un bis. Silvio volvió; el escenario quedó algo desprotegido y un par de admiradores intentaron acercarse a él, al cantar “Ángel para un final” ”. Se despidió con “Casiopea”.

Más que un concierto con una acústica exquisita, con el cantautor inspirado y con el acompañamiento de un sensacional grupo de músicos, la presencia de Silvio Rodríguez en Paraguay no puede medirse solo desde el punto de vista artístico. El Gobierno de Lugo, a todas luces, intentó lanzar un claro mensaje al pueblo, en el sentido del compromiso hacia el sector social.

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