miércoles, octubre 15, 2014

Analisisy tantos huesos chocarán



El año 1969 ha de ser uno de los años más prolíficos de Silvio y también era una época en que él cantaba con una energía tremendas y en que las temáticas eran bastante avasalladoras, en el sentido de que en una misma canción trataba de abarcar o explicar muchas cosas o hacía el intento de colorear conceptos filosóficos y trascendentales como es, por ejemplo, la muerte. Silvio suele pintar también en sus canciones —pasión que siempre ha tenido dese que era dibujante— y esta canción es un claro ejemplo. Está plagada de imágenes y metáforas, y la música que acompaña al texto tiene un ritmo como de una matraca que perfectamente podría adaptarse en una versión country con violines y todo —y creo que quedaría bien—.
«Y tantos huesos chocarán» es una canción con imágenes surrealista que para mí habla de la muerte y de lo que sucederá cuando moriremos. Es una visión un poco caricaturezca del proceso de dejar la vida e ir viendo todo lo que sucede durante ese proceso del morir y después de eso. Silvio juega con ese momento, haciendo un manifiesto de lo que él cree que verá cuando llegue la hora. También es un cuestionamiento a todo el tema de la espiritualidad y la trascendencia del ser humano. Así que Platón y tus teorías sobre el alma, ¡sacúdanse en su cripta!
Y tantos huesos chocarán.
(1969)
«Veré los gallos esconderse,
las palabras reducirse,
las miradas apagarse.
Todo eso.»
Nuestro Silvio comienza la canción describiendo las primeras sensaciones dentro de su cajón. Ya no hay gallos que te despierten por la mañana con sus cantos, ni sonidos de palabras, ni miradas acechantes. Silvio verá ESFUMARSE todas estas cosas cotidianas del día a día y que te hacían saber que estás despierto y vivo.
«Veré una piedra humedecerse,
las cenizas calentarse,
los silencios acusarse.
Todo eso y aún más,»
En esta segunda estrofa, Silvio describe algunos elementos de su propio funeral. «Anoche soñaba que estaba en mi entierro…» nos dice en su canción “Cuando despierto”. Como si presenciara su propio funeral, Silvio ve la piedra de su lápida humedecerse con un agua (de las flores, del agua bendita, de las lágrimas o de la lluvia), ve reflotar antiguos conflictos de personas que no se veían hace tiempo (cenizas calentarse) y observa esos silencios culposos de los asistentes cuando la muerte se ha manifestado tempranamente.
«cuando se llegue al tiempo de la vida
y haya un segundo para detenerse,
y nos sentemos con igual frescura
que las piedras de un arroyo viejo;»
Llegar al “tiempo de la vida” es morir y lo que viene después. Ahora Silvio aborda la temática de la muerte desde una perspectiva universal del género humano, es decir, ya no se centra tanto en su propia muerte sino que habla de la muerte en general, de todos nosotros como especie. “Cuando se llegue…cuando juzguemos…”. Cuando llegue el momento, en que por fin tendremos tiempo para hacer una pausa, sentarnos, sin apuros a compartir rocíos, para hacer fin de sema…esperen!, eso es otra canción  Las piedras de un arroyo viejo, imagínense lo frescas que deben ser las piedras de un arroyo viejo. Así son las metáforas que Silvio emplea.
«cuando juzguemos hazaña tras hazaña
sin otro vicio que no sea lo cierto
ya la guitarra será blanca y negra
llena de humo en el extremo firme.»
En el momento de la muerte siempre se habla de que uno hace un repaso de toda su vida, de los principales hitos o “hazañas” y que esto es como una revisión de conciencia. A eso se refiere Silvio cuando habla de juzgar hazaña tras hazaña (o hazaña POR hazaña, como lo dice en la versión casera y antigua de esta canción), es ir pasando página por página de las cosas que hicimos en la vida, pero juzgando las cosas tal como son, sin el vicio de la mentira porque ya no es necesario, las cosas tal como ocurrieron. Imaginémonos por un segundo que estas imágenes de la vida de Silvio van pasando en un video secuencia, como un cortometraje. Ahí tendríamos que hay un objeto que se repite en la inmensa mayoría de las imágenes que van pasando cuadro a cuadro, y ese objeto es su guitarra. La guitarra, al estar presente casi siempre, va dando la ilusión de ir tomando velocidad poco a poco en el avance de los cuadros y Silvio la ve y compara con un cohete espacial. Tenemos entonces que la guitarra es blanca y negra con humo en el extremo, tal cual un cohete de la NASA despegando desde Cabo Cañaveral.
«Y tantos huesos chocarán rugiendo,
desmembrando el alma
para siempre.»
Cuando nuestro cuerpo sea consumido por la descomposición, comido por los gusanos y absorbido para nutrir la tierra, no quedarán más que huesos. ¿Y cuántos huesos? Pues entre 206 y 210 según mi amiga Wiki. Y tantos huesos chocarán dentro de la sepultura cuando esto ocurra. Y en este punto Silvio nos dice que el chocar de estos huesos desmembrará el alma para siempre. Esto es desvanecerla. Nunca existirá más y lo terrenal devela el mito de la espiritualidad, que es lo que viene a continuación. Los siguientes versos son imágenes que se pueden interpretar de muchas maneras. Yo pondré las mías, como siempre, pero no significa que sea la única forma de verlo. Esta canción es lo más cercano a mirar un cuadro surrealista de Dalí.
«Veré los mitos desnudarse
con su banda descompuesta
por un golpe de cabeza.
Todo eso.»
Todos los mitos sobre lo que hay después de la muerte se destruyen, se develan, se desnudan. Los dogmas religiosos que surgen de tratar de explicar la inextricable realidad, nos son sujetos a la cabeza con una banda elástica que se descompone en el momento que nuestra cabeza se pega contra el cajón. La verdad queda a la vista, sea cual sea, en el momento de cruzar esa línea.
«Veré los pájaros alzarse
en vuelo raso sobre el polvo,
descargando sus gargantas.
Todo eso y mucho más, »
“Memento homo quia pulvis es et in pulverem reverteris” (Recuerda hombre, que polvo eres y al polvo regresarás, Génesis 3,19). Puede ser que debido al golpe de cabeza del verso anterior, Silvio visualice “pajaritos” girando en su cabeza pero que de pronto rompen el círculo comienzan a volar a ras de este polvo en el que la Biblia nos decía que nos convertiríamos. Es una imagen que me trae a la mente el poema de Cesar Vallejo “Los Heraldos Negros”, cuando dice hay golpes en la vida tan fuertes que:
“Son las caídas hondas de los Cristos del alma
de alguna fe adorable que el Destino blasfema. “
Es súper potente lo que ocurre acá, se derrumba la fe, se confirma la rebelión de la materia y su ciencia.
«cuando las voces del clamor guardado
sean el ruido natural del mundo,
cuando se junte el pie con la cabeza
pese a la biología persistente, »
Estas voces del clamor son las voces del pueblo, los gritos de los que siempre sufrieron y nunca fueron escuchados. Son los que no se atrevieron a gritar o si se atrevieron no fueron tomados en cuenta. En este estado en que la humanidad ya no es individual sino somos todos uno, parte de la tierra, el sonido de la naturaleza se transforma en estos clamores olvidados, esperanzados en ser escuchados en esta otra vida. Es un momento universal de comunión humana en que los límites del cuerpo se destruyen, se junta el pie con la cabeza fácilmente, porque la carne no es un impedimento para que tantos huesos se junten y choquen volviendo a ser parte del Universo, uno solo.
«y cada casa sea un cayo verde
como una torre para todo el mundo,
y en mí repose una cabeza hermosa,
larga y redonda como un buen océano. »
Un “cayo verde” es un pequeño islote que generalmente está presente en el Caribe, que puede o no puede estar deshabitado. Silvio muestra una imagen futura del planeta, en que la humanidad ya vivió en Armageddon y en que los continentes se deshicieron para estar formados de estos pequeños cayos verdes, únicas casas del mundo, únicas torres, habitáculos del polvo de huesos en que quedamos convertidos. En ese momento, sólo reposará sobre Silvio un océano calmo, analogía de la cabeza de alguna mujer que un día pudo haber reposado en él, sepultados por el planeta igual que sobre todos nosotros, listos para comenzar de nuevo.
«Y tantos huesos chocarán rugiendo,
desmembrando el alma
para siempre. »
Quiero finalizar este surrealista análisis reiterando una vez más que las imágenes y metáforas que nos propone Silvio en esta canción son de interpretación de cada quien. Yo aquí expongo las ideas que a mi me transmite y cómo yo traduzco este desbordamiento artístico.
Comentario sobre la versión del disco "Mariposas". Creo que quedó muy lograda con respecto a la original. La guitarra de Rey Guerra se luce, es increíble. La canción tiene un ritmo muy juvenil e incluso bailable, por lo que es una de las mejores del disco, para mi. A Silvio parece que también le gusta mucho porque la estuvo tocando junto con Rey en varias giras por México y España el año 1999. Pueden ver algunas de esas versiones en Youtube. Yo les dejo la versión inédita, que me gusta mucho.

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