A Bob Dylan lo vengo a oír en el '69 aproximadamente eran los inicios del bloqueo contra Cuba impuesto por Estados Unidos y era el momento más crudo. Muchos países que no se atrevían a negociar con nosotros entonces, hoy en día han visto que la Revolución está consolidada y tienen relaciones diplomáticas o comercio con Cuba. Pero en aquel momento, sólo la Unión Soviética, los países socialistas y algunos amigos, como los mexicanos, no rompieron con nosotros. El caso es que a Dylan lo oigo por primera vez a fines del '68 o '69. Entonces pasaba por su etapa más oscura y yo no entendía casi nada. A mí me influyeron Los Beatles de manera más duradera. Los Beatles rompieron con la diferencia que había entre la música culta con música popular.
Yo siempre he sido un oyente apasionado de la llamada música culta: Beethoven, Tchaikovsky, Mozart, Brahms, Stravinsky... Empecé a ver cómo ellos rompían con toda una serie de cánones formales que hasta ese momento había tenido la canción. Y me identificaba porque yo también era dado a experimentar. Por ejemplo, he hecho canciones que son una obra de teatro, y canciones que eran todas habladas con un estribillo por el medio. Cuando empecé a cantar, alguien en la televisión me dijo: "Si no cantaras esas cosas tan raras, te hacías una estrella de la noche a la mañana". Hay mucha gente que se empeña en llamarme "el poeta que canta". Yo no creo que sea poeta, soy autor de canciones.
He tratado de escribir libros de poesía, pero me han salido mal. He experimentado para ver cuánto era lo que podía dar un hombre con una guitarra. La canción es un híbrido que produce un producto mulato: música y poesía. O sea, la canción es un producto mestizo de la cultura, como lo es el cine, porque es una mezcla de manifestaciones artísticas.Hubo un momento en que la Nueva Trova cobró conciencia de lo que significaba para los jóvenes.
En ese momento, los más unidos, Pablo Milanés, Noel Nicola y yo, empezamos a hablar sobre el papel de la canción en una sociedad como la nuestra. ¿Qué papel debía jugar la música? La canción había sido relegada por el comercialismo a un pseudo arte de consumo. Pero la canción tenía elementos artísticos o podía tenerlos para ser vista y manejada como un gran arte, como la pintura, la poesía o la sinfonía.
Ese era el espíritu de nuestro trabajo, comprometidos como estábamos con el proceso revolucionario. Sentíamos que no podíamos eludir esas luces que se habían prendido en nuestros cerebros. Había gente, incluso dirigentes, que no creían en nosotros porque la crítica nunca se había escuchado a través de la canción. Nosotros empezamos a criticar sin pedirle permiso a nadie y hubo gente que mal interpretó nuestras intenciones y trataron de silenciarnos. Pero también hubo gente que interpretó bien nuestras canciones y que trataron a toda costa que se nos oyera.
2 comentarios:
Y yo a Bob Dylan lo empeze a escuchar hace 5 años, gracias a ti.
Bob Dylan influencio a Silvio a muerte, solo que el no lo admite
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