En octubre se hará concierto-homenaje a 40 años de la muerte del revolucionario
La nueva zamba del “Che” En 1997, una organización autodenominada “el ejército loco” logró levantar a pulso el recital de más alta convocatoria que había presenciado el país.
Este año, ese concierto tendrá su continuación, se publicará un DVD con esa histórica aparición de Silvio Rodríguez en el Nacional, y con las ganancias, el monumento de Ernesto “Che” Guevara renacerá en Santiago. Nación Domingo Por Marcos Moraga L. En la ingenuidad macabra de los torturadores chilenos, los ideales se lavaban con sangre. Como en “La naranja mecánica”, el sufrimiento podía vincularse a una imagen, y en Villa Grimaldi, el retrato de Ernesto “Che” Guevara, pegado al techo de la sala de tortura, miraba a los ojos de quien, postrado en la parrilla, recibía los embates del régimen. Por ahí pasó la médico veterinaria Alejandra Holzapfel, y mientras era torturada miró también la foto del guerrillero.
Pero no sólo siguió adhiriendo a la imagen del revolucionario, sino que 30 años después de la muerte del “Che” en la selva boliviana, Alejandra y un grupo de amigos con cero experiencia en organización de eventos reunieron a 90 mil personas en el Estadio Nacional. Se cumplían 30 sin el “Che”, y el equipo titular de la canción comprometida –Silvio Rodríguez, Vicente Feliú, Ismael Serrano, Sol y Lluvia, Los Miserables, Gerardo Alfonso, entre otros invitados– rendía sus tributos en un concierto histórico realizado en septiembre de 1997, anotándose como el espectáculo de mayor convocatoria en lo que iba de democracia. Y ni siquiera dispusieron de carabineros en el coliseo de Ñuñoa. Diez años después del evento, la misma organización vuelve a las armas: el 5 de octubre, en la pista atlética del Estadio Nacional, se realizará el concierto-homenaje a 40 años de la muerte del “Che” Guevara.
Y el reclutamiento comenzó a principios de 2007. La producción ya invitó de Chile a Chancho en Piedra, Sol y Lluvia –que confirman su participación desde Europa–, Joe Vasconcellos, Anita Tijoux –“me interesa un montón participar”, comenta la ex Makiza– y Legua York; y hacia afuera tienen avanzadas las conversaciones para tener en la pista atlética a León Gieco, Gerardo Alfonso, Santiago Feliú y Víctor Heredia, entre otros. EJÉRCITO LOCO En la casona de calle Lira no se bebe. Sí se baila salsa, después de largas jornadas de calzar números, hacer itinerarios, recibir invitados y organizar actividades. Seis meses se la pasaron en reuniones un grupo de gente que se bautizó como “el ejército loco”, igual como Gabriela Mistral había nombrado a los batallones de Augusto Sandino en la Nicaragua de guerrillas.
Y fiel al espíritu artesa con que se levantó ese primer recital, todos se reunían en la casa que todavía habita Alejandra Holzapfel en el centro de Santiago. Desde Silvio Rodríguez a un chico desconocido de nombre Ismael Serrano, los invitados fueron músicos y artistas. “Les teníamos hoteles, pero todos llegaban a mi casa, donde estaba el carrete”, recuerda Holzapfel.
Y en esas noches de carrete abstemio –las mismas que Ismael Serrano narró en su canción “Vine del norte”– conoció a Patricio Valdivia, ex Illapu, quien se convertiría en su compañero hasta su muerte en octubre de 2006. Baja sensible en “el ejército loco”, sumada a las desapariciones de José Luis Ojalvo (consejero político de la Embajada de Cuba que falleció un mes después del evento), el locutor Pedro Henríquez y Patricio Bunster, que hizo todas las coreografías de esa noche. El trabajo de los desaparecidos en acción sí tendrá un tributo definitivo junto al nuevo recital, cuando el concierto de 1997 sea publicado en DVD. Lo mismo pasará con el concierto que se realizará en octubre, que será registrado para la posteridad.
Las filas del “ejército” cuentan 51 integrantes, más los que ya juraron a la bandera del “Che”, como el mismo Ismael Serrano, “quien se dice integrante del ‘ejército loco’ y que hará todo lo posible para estar de nuevo”, cuenta la organizadora. Y si hace diez años los excedentes de la cita (88.800 dólares) fueron a dar a un hospital de niños en Cuba, las ganancias del 5 de octubre se quedarán en Chile. “Si es que sobra algo”, advierten en la organización, “porque la entrada costará sólo cinco mil pesos, que es el mínimo para garantizar la excelencia de producción a la que aspiramos”.
En ese escenario, entonces, las lucas irán para levantar nuevamente la estatua del “Che” Guevara que estuvo en San Miguel hasta que el golpe militar la tumbó en 1973. De piedra, en stickers o pegado en el techo de la parrilla de tortura, el Che no para de estacionar su moto en territorio nacional. LCD
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