"Silvio está muy alegre de haber cantado a los salvadoreños; fueron casi 2 horas y 45 minutos de cantar. El lugar estaba lleno y la gente es muy linda en este
país... Estoy seguro que Silvio querrá volver", dijo hoy María Rodríguez, hermana y representante principal del más reconocido trovador cubano de la actualidad, a dpa antes de partir toda la delegación artística hacia Nicaragua donde terminará la gira centroamericana.Silvio comenzó su recital cantando la canción "El Necio". El terminar la ovación de entonces dijo: "No puedo comenzar este concierto sin decir que lo quiero dedicar desde lo más profundo de mí a Roque y a Roquito". Se refería a Roque Dalton, poeta salvadoreño -asesinado en 1975 por un grupo de extrema izquierda liderado entre otros por Joaquin Villalobos- y a su hijo, caído en combate durante la guerra civil en 1981.
Junto a Silvio el público cantó emocionado el "Unicornio Azul", interpretación de la que momentos antes dijo: "Esta canción se la dediqué a ustedes durante la guerra civil; quería que aquellos que escucharon mis canciones voltearan su vista hacia El Salvador... Hoy se las vengo a ofrecer".
Casi textualmente el público lo acompañó en "Oleo de una mujer con sombrero", "La canción del elegido", "Pequeña serenata diurna", "Ojalá", "Playa Girón" y otras.
Cuando llegó la hora de terminar el concierto, el público parado clamaba por su presencia. Cuatro veces se despidió y cuatro veces regresó. Finalmente terminó el concierto con "La era está pariendo un corazón".
A medio concierto la alcaldesa de San Salvador, Violeta Menjivar pertenciente al partido politico FMLN, le entregó simbólicamente las "Llaves de San Salvador" y un reconocimiento de "Huésped Distinguido".
Aclaman a Silvio en El Salvador
Fuente: Notimex
El cantautor cubano y fundador de la Nueva Trova, Silvio Rodríguez, ofreció un inolvidable y espectacular recital por primera vez en El Salvador a un público que lo aclamó en todo momento y cantó con él las canciones de protesta social.
Miles de personas de todas las edades se dieron cita en el Estadio "Mágico" González de esta capital, en una noche estrellada que fue más que perfecta para los presentes, quienes al fin pudieron encontrarse con su ídolo tras muchos años de espera.
La presen
cia de personalidades de la política salvadoreña de izquierda fue notoria en el recital, el cual estuvo muy concurrido además por intelectuales y por un público pensante.Rodríguez salió a un escenario sobrio y sencillo, iluminado por luces con sus efectos, y de inmediato fue ovacionado por los presentes que se levantaron de los asientos para agradecerle por haber venido a este país y poder escuchar su música en vivo.
El trovador cubano dio rienda suelta a su versatilidad, acompañado de su eterna guitarra y cinco músicos con el tema Necio, el cual puso eufórica a la multitud que lo acompañó a cantar a todo pulmón.
Luego de haber interpretado tres canciones, el cantautor hizo una pausa y dijo que no podía iniciar el concierto sin antes dedicarlo a su gran amigo, el poeta salvadoreño Roque Dalton, quien fue asesinado en 1975 por un grupo guerrillero.
El artista manifestó también que la velada iba dedicada al arzobispo de San Salvador, Oscar Arnulfo Romero, religioso ultimado por un francotirador de la derecha de este país el 24 de marzo de 1980, por denunciar las injusticias contra los pobres.
"El concierto se lo quiero dedicar desde lo más profundo de mi corazón a Roque y a Romero", expresó Rodríguez, con lo cual volvió a encender el ánimo de los presentes con nutridos aplausos y gritando "¡Silvio, Silvio!".
La velada se reanudó y comenzó el repertorio con sus antiguas canciones, muy conocidas por el público, y también las de su nuevo álbum que fueron menos coreadas por sus seguidores, pero igual pusieron atención a la letra.
Corazón, Oleo de mujer, La masa, El unicornio azul, Ojalá, El elegido y Monólogo, formaron parte del largo repertorio de temas que interpretó por más de dos horas y media.
El concierto estuvo cargado de poemas que recitó con su guitarra, denuncias e historias tristes que contó de los conflictos entre israelíes y palestinos, así como de las concentraciones nazis y de su pueblo natal, Cuba.
A media velada se interrumpió la actividad, cuando en el escenario apareció la alcaldesa de San Salvador, Violeta Menjívar, con el objetivo de honrar a Silvio y declararlo "Huésped Distinguido de la Ciudad".
La funcionaria dio un breve discurso dando la bienvenida a Rodríguez a El Salvador tras largos años de espera, mientras la gente respondió con nutridos aplausos.
Al concluir el concierto, Silvio y su grupo de músicos dijeron adiós con las manos y desaparecieron de la tarima. Sin embargo, ante la multitud que le pedía que regresara, se presentó para cantar Ojalá.
La emoción de los salvadoreños se desbordó y entonó a toda voz la melodía, que en realidad se escuchó más al público que al trovador, quien luego interpretó dos canciones más.
Las cámaras de miles de celulares se encendieron de inmediato para hacer la mejor toma del cantante cubano interpretando Ojalá. Las luces de los aparatos se confundieron con las estrellas del firmamento que iluminaron la noche fresca.
Al salir del escenario los asistentes siguieron aclamándolo y tuvo que salir por segunda vez a cantar solo y luego llegaron a acompañarlo sus músicos para cerrar con broche de oro con la canción Monólogo.
Pese a que el público no se iba y aclamaba a Silvio, esta vez tuvo que conformarse, aunque satisfecho de haber tenido en vivo a uno de los fundadores de la Nueva Trova cubana que a muchos recordó los años del conflicto armado que vivió este país entre 1980 y 1992.
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