LA HABANA, (Xinhua) -- El más emblemático restaurante cubano, La Bodeguita del Medio, se apresta a cumplir el jueves s
us 70 años de existencia con una marcada huella entre cultura, tradición culinaria y celebridades.Un variado programa se prevé a partir del 26 de abril, cuando se celebran las siete décadas de aquel mediodía de domingo de 1942, cuando La Casa Martínez cambió su nombre por el que hoy se conoce en todo el mundo.
En la ocasión se abrirá El Rincón de la Bodeguita, un sitio instalado en los bajos de ese afamado bar-restaurante, donde Ernest Hemingway degustaba a diario su coctel preferido, que se internacionalizó por su famosa frase "Mi mojito en La Bodeguita; mi daiquirí en el Floridita".
También saldrá al mercado una nueva producción discográfica con los 20 temas más cantados allí, y sesionará durante martes y miércoles el Primer Taller Internacional de Gestión de los Servicios, que incluirá una conferencia magistral de gestión culinaria, e intercambios sobre el servicio de cantina y cocina.
El jueves 26 será la Cena de Gala, para la que está previsto un delicioso menú criollo, la exhibición de un material histórico y un espectáculo artístico, en el que participará el afamado espectáculo del Cabaret Tropicana, entre otras atracciones.
Este será un momento especial en el que serán reconocidos los fundadores de la Casa, así como los trabajadores con 15, 20 y 25 años de trabajo.
La Bodeguita del Medio, sintetizada en La B del M, es reconocida como uno de los rincones más bohemios de la capital cubana, colocada como al azar en el número 206 de la calle Empedrado, una vía cubierta de las famosas piedras chinas pelonas, muy cerca de la Plaza de la Catedral, en La Habana Vieja.
El ya fallecido Angel Martínez, nieto de canario y guajiro de Vueltas, una localidad en el centro de la Isla, fue el fundador del comercio que luego se convertiría en La Bodeguita del Medio.
Martínez trabajó desde niño como dependiente de bodega y vivía en Majagua, cerca de la central ciudad de Ciego de Avila, cuando a principio de la década de los 40 del siglo pasado quiso probar suerte en la capital cubana.
Años antes de su partida a La Habana, Martínez fue asiduo cliente del café y fonda La Confronta, localizado en una céntrica esquina de la ciudad de Ciego de Avila y sitio de fama por su buena cocina y acogedor ambiente.
El propio Martínez reconoció años después, en reiteradas ocasiones, que su comercio fue hijo de La Confronta, sitio del que reprodujo el carácter criollo y popular, y el cubanísimo sabor de sus platos.
En 1942, Martínez adquirió la bodega La Complaciente, un modesto comercio que remozó y le puso por nombre La Casa Martínez, donde vendía bebidas y víveres, mientras su esposa cocinaba la típica comida cubana para unos pocos comensales.
Cuatro años después, Félix Felito Ayón, escritor y director de una editorial, instaló su imprenta al lado del comercio de Martínez, se convirtió en su cliente y comenzó a llevar a sus colegas a almorzar a aquella bodega con fonda.
Felito, que no tenía teléfono en su imprenta, recibía los recados en el de Martínez y cada vez con más frecuencia anunciaba próximos encuentros en la bodeguita del medio de la cuadra.
Nació así, impulsado por Ayón y con la aprobación de Martínez, el nuevo nombre del lugar, que ha dado la vuelta al mundo y por donde han pasado Mario Benedetti, Pablo Neruda, Errol Flyn, Nicolás Guillén, Pablo Milanés y Silvio Rodríguez.
También estuvieron allí Salvador Allende, Wifredo Lam, Gabriel García Márquez, Alejo Carpentier, Agustín Lara y Brigitte Bardot, entre una larga lista de celebridades.
En recuerdo a esas personalidades siempre se mantienen reservadas dos mesas de manera simbólica, una a nombre de Nicolás Guillén, el poeta nacional cubano, y otra para Nat King Cole, el afamado cantante estadounidense.
En sus siete décadas de vida el sitio ha traspasado las fronteras de la isla, y hoy cuenta con filiales en Venezuela, México, Colombia, España, Francia, República Checa, Alemania, Gran Bretaña, Macedonia, Ucrania, El Líbano y Australia, entre otros puntos del planeta.
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