miércoles, agosto 05, 2020

Eusebio

Eusebio ya vivía en la eternidad.

Con su partida nos quedamos más huérfanos de mujeres y hombres patriotas y revolucionarios que no sienten ni actúan por esquemas prefabricados, hombres y mujeres de caracteres disímiles, aunque de humanidades coherentes, en quienes las ideas no son pretexto de penitencia (propia y ajena) sino de emancipación y conocimiento.

Lamentablemente cada vez son menos. Conforman una estirpe de la que todas las ortodoxias desconfían. Son vidas que no están signadas por el afán de supremacía sino por el ecumenismo y la inclusión.

Haydee, Aida y Adita, Alfredo, Armando, Eusebio y muchos nombres propios que en sus a veces ignorados frentes no vieron el mundo en blanco y negro sino en tonalidades capaces de nutrir la infinita paleta de la gran causa humana.

Debiéramos pensar en la falta que nos hacen personas como Eusebio. Debiéramos pensar en si estamos formando a mujeres y hombres que den continuidad a su trabajo y al trabajo de otros colosos que se nos han ido. Debiéramos pensar si estamos alentando espíritus rebeldes, indagadores, que peleen su derecho a crear y a servir a su prójimo, como lo hizo Eusebio.

Pensar en eso y actuar en consecuencia es la única forma de hacer en algo reparable una pérdida tan grande. Pensar en eso y actuar en consecuencia es lo único que nos hace dignos de nombrarlo.

Silvio Rodríguez

www.centropablo.cult.cu
www.segundacitablogspot.com
LO QUE NOS HACE BUENOS /
CAMBIAR, INTERCAMBIAR, VOLVER  CAMBIAR

Silvio dijo:…

Hoy, cuando tu obra y tu dimensión se hacen casi inabarcables, te confieso que me veo en ti, querido Hermano; no en tu incomparable estatura, benefactora de la ciudad y del país, sino en el cotidiano afán por extraer del fondo de nosotros lo que nos hace buenos.

Gracias por eso, desde y para siempre.

Silvio Rodríguez Domínguez

Victor dijo…

querida gente /

hermosa entrada la que inaugura silvio con ese texto amable, justo y humanísimo para nuestro hermano eusebio.

todos tenemos una inmensa deuda personal de gratitud con ese soñador incansable, con ese hacedor incesante.

ha tenido la persistente capacidad de descubrir la belleza entre las ruinas. y de batallar por el triunfo de ella contra vientos y mareas, dándonos ejemplo de rigor y sistematicidad, de inteligencia y coraje.

en el centro pablo se le admira y se le quiere por esas razones que se multiplican y crecen. y también, en un acercamiento del lente, por su apoyo decisivo para que existamos aquí, en la calle muralla 63, desde hace más de veinte años.

ahora mismo se continúa avanzando en las reparaciones del inmueble, a cargo de la oficina del historiador de la habana, después que la instancia que prometió, aprobó y debió realizar esos trabajos mantuviera cerrado silencio por respuesta durante más de un año.

Por eso también compartimos, como dice el trovador, "el cotidiano afán por extraer del fondo de nosotros lo que nos hace buenos".

Víctor Casaus










No hay comentarios: