viernes, diciembre 24, 2021

 COMO CONOCÍ A SILVIO RODRÍGUEZ

 (Santiago de Cuba 1970) 

 Comenzando 1969 “emigraron” de Camagüey un grupo de teatristas y se incorporaron a trabajar en el Conjunto Dramático de Oriente, todos de mucho talento y amplia trayectoria, entre ellos Pedro Casto, Héctor Echemendia, Rogelio Meneses ... muchos más de los cuales hablaré luego...entre ellos venía un escritor-poeta-dramaturgo, inquieto personaje, muy ocurrente: José Rodríguez Lastre (Niquitín) recientemente se había llevado a escena una obra teatral suya en el Dramático de Camagüey (“El Cuadrilátero”), la música la había compuesto Silvio Rodríguez..., un día le pregunté: _Oye, Niquitín, ¿Qué tal es Silvio? tengo muchas canciones de él en una cinta y estoy ¡loco por conocerlo!!_ ¿¡Silvio!? Un genio! ¿quieres conocerlo?_ me dijo resuelto _!Pues, claroooo!!_ le respondí, él se sonrió agregando _Mira tú, lo vas a conocer y bien pronto, está anunciado que va a cantar en el Festival de la Trova que comienza la próxima semana_

    La cosa es que estuve contando cada minuto de aquella semana, ¡el tiempo no pasaba!...hasta que por fin llegó el día. _ Yo también estaba programado en el Festival, Niquitín, que nunca olvidaba nada, me recordó: _Hoy te presentaré a Silvio, esta noche es la apertura en el edificio del Ayuntamiento, frente al Parque Céspedes, a las nueve de la noche, allí nos vemos_ 

    A las nueve en punto, yo estaba en la puerta del Ayuntamiento, Silvio aún no llegaba y aquello iba a comenzar..._A lo mejor no viene_ pensé y arranqué a caminar rumbo a la escalera..._Oye, Augusto, espera, ¿tú no querías conocer a Silvio? por ahí viene_ me dijo Niquitín, que acababa de llegar también. _Mira, Silvio, éste es Augusto Blanca, que está loco por conocerte_...!Ah, mucho gusto, Silvio! aunque ya te conozco, tus canciones me llegaron en un casette que me mandaste con Noel, hace un año_ y me apretó la mano fuertemente _!Mucho gusto, Augusto y valga la redundancia!_ le dije _ ¡Pues a cantar! ¿no?_ dijimos y subimos casi corriendo, la empinada y vieja escalera de madera... 

    Aquel apretón de manos, en este “primer escalón”, me hizo recordar otro apretón de manos, al final de esa misma escalera...pero en 1968, cuando mi amigo el poeta Cos Cauce me presentó al gran Sindo Garay, pero en el último escalón, también en un Festival de la Trova, meses antes de su muerte (…muerte?)… !Vaya coincidencia trovera! las dos “ESES”: SINDO Y SILVIO...en la misma escalera...uno en el último escalón y este otro en el primero...dos años después. 


”...Aunque las cosas cambien de color, no importa, pasa el tiempo. las cosas suelen transformarse al caminar...” (S.R.)


Augusto Blanca



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