Un colibrí recién nacido en el patio de un aprendiz de brujo, ha resistido días de lluvia, truenos y relámpagos. Acaso un hechizo del amor conjuga milagros en los "fuegos ocasionales que depara el camino". Y hemos sido testigos de cómo ese amor convierte el agua en vino. Y como buenas almas navegando en la tormenta cantamos juntas rumbo al próximo derrotero de libertad y justicia.
Gracias familia cubana, por abrir las puertas de su casa y de su alma.
Quedamos a su disposición.
La Habana, Cuba, septiembre de 2023
No hay comentarios:
Publicar un comentario