viernes, febrero 23, 2024

Paula Ferré, todos los sonidos en la búsqueda que propone esta Mujer Trova



Cuando la conocí me deslumbró el timbre de su voz, perfectamente colocado, puesto a disposición de la canción popular. Me puse a ver de qué se trataba el derrotero de esa cantautora que estaba pronto a entrevistar. La mañana en la que llevé adelante la nota caminamos juntos por Avenida de Mayo, con las cámaras de mi programa de televisión Latinocracia El show de Marcelo Sapunar. Confirmé entonces lo que suponía mientras disfrutaba de la charla.

La admiración por la trayectoria de esta artista completísima también avanza desde esa vocación social y política que no sólo se evidencia en el repertorio cuidadosamente seleccionado entre buena parte de los mejores creadores de Nuestra América, al decir martiano. Por esas ansias de llegar a un lugar en el que la música de los pueblos obtenga el espaldarazo siempre postergado, ella elige hacerlo de la mano de un sinnúmero de compañeras de escenario.


 


Lo individual, personalísimo, lejos de diluirse crece robusto y contundente, sostenido por miles de voces de otras tantas colegas quienes, como ella, bien saben que avanzar juntas las enriquece y les permite un intercambio donde la cultura se crea y se recrea mil veces. No es sencilla la tarea comunitaria, que exige una cuota enorme de entrega mientras el propio ego se orienta a la común en desmedro de veleidades inconducentes. Allá va Paula Ferré, cantando con sus hermanas.




 



La trova cubano-argentina, una mujer

Paula Ferré es una trovadora argentina cuyo nombre es palabra mayor dentro del género, en principio en su país. Desde componer una infinidad de canciones hasta trabajar junto a Silvio Rodríguez, en su camino procuró trasladar mensajes autorreferenciales mediante sus melodías, siempre con su impronta y su esencia.

El vínculo con la música se inició a los 5 años de la mano de su madre quién tocaba la guitarra y cantaba junto a ella y describió esa conexión como un “juego de la infancia”. Más tarde, junto a la rebeldía adolescente, arribó a su mente la trova cubana, estilo que impregnó de pasión su alma y llegó para quedarse toda su vida.


–¿Qué se sintió trabajar con un gran hito de la trova cubana como Silvio Rodríguez?

–Es una de las más hermosas cosechas de 30 años de trabajo. Que haya puesto su apoyo en mí como artista y luego en mi propuesta de grabar “Mujer Originaria” (canción de Ferré). En uno de los viajes fui a verlo y me regaló toda su discografía, me emocioné y le dije: “Es mucho, mucho para mí”. Después de una conversación larga que habíamos tenido, me dijo: “Es lo menos que puedo hacer por una persona tan generosa y tan digna”. Son palabras que son un regalo, me hizo muy feliz.


Es una de las fundadoras de “Mujertrova”, un movimiento de mujeres trovadoras en Argentina. La idea se inició cuando en su primer viaje a Cuba observó a un grupo organizado cantando juntas. “Ví como se enriquecían, se contaban historias a través de sus canciones y se acompañaban. Sentí que quería eso para mi vida, que podía armar esa sensación de ver a las mujeres juntas en Buenos Aires”, contó Ferré.


–Más de 30 años de carrera se dice pronto, pero es mucho. ¿Cuál es el recuerdo que guardás con mayor cariño?


–Los 80 años del “Ché” en Rosario. Fue un escenario inmenso con 50 mil personas. Canté esa noche con Vicente Feliú “Créeme” con un viento hermoso, después con un trovador cubano, Gerardo Alfonso y al final cantamos todos con León (Gieco). Tenía todo. Estaba lo ideológico, lo musical, la compañía, el sueño de cantar con León por primera vez y el monumento a la bandera delante. Es un momento que atesoro mucho.


No hay comentarios: