Silvio Rodríguez
"la cultura es el mejoramiento del ser humano" Email oficial de Silvio: ojala@cubarte.cult.cu Email de este Blog:tropandaluz@yahoo.es
domingo, noviembre 30, 2025
sábado, noviembre 29, 2025
Las canciones de este trovador me deslumbraron y alumbraron
Conocí a Silvio en la cárcel durante la dictadura, porque en una de las paredes alguien escribió: “quedamos los que puedan sonreír en medio de la muerte en plena luz”. No lo conocía aun, no sabía que era sus palabras, pero me quedaron grabadas para siempre.
Las canciones de este trovador me deslumbraron y alumbraron esos días universitarios, cantando (con Tati pena y Eduardo Peralta) en los patios del Campus de Oriente de la UC: “Acerca de los padres”, “La era está pariendo un corazón”, etc. Años después le propuse a la revista donde trabajaba hacer un cancionero sobre él, lo cual era peligroso por lo cubano y revolucionario del autor, más aún en esa época; corrían los días de 1979. Además, no había plata, pero la conseguimos y salió el primer cancionero de Silvio Rodríguez en Chile.
Le siguieron varios más, sobre todo después de que lo entrevistara en 1984 en Buenos Aires, una entrevista tan larga que la publicamos en tres partes. En 1990 el trovador volvió a Chile y llenó el Estadio Nacional, cantándole a Víctor Jara y a la esperanza. Lo entrevistamos al día siguiente, ya no para la revista La bicicleta, sino para una publicación propia: La cigarra. Siguiendo la tradición, la entrevista fue larga y nutrida. Hicimos dos libros con las entrevistas, historia y las canciones, esta vez aprobadas por él mismo.
La vez siguiente, cuando llenó el Santa Laura, los jóvenes al verme me enviaban recados para su ídolo. Estaban tan inquietos que el productor me pidió que hablara para tranquilizarlos: sólo obtuve de vuelta un coro que gritaba: “pelado a diputado”. En esa venida (1992) organicé, para Silvio, una reunión con los cantores de micro y también con representantes del Canto Nuevo en la Casa de Eduardo Gatti, donde nos sacamos una foto junto a Eduardo Peralta. Volvimos a vernos varios años después, en la embajada de Cuba, donde sacamos una foto junto a Tita Parra: “te dejaste la barba nuevamente”, me dijo.
La última vez fue en su Habana, querida, durante un viaje que hicimos con Tropa Cósmica a Cuba. Habían pasado muchos años sin vernos y le comenté que quizá cuándo volveríamos a vernos nuevamente: “la próxima será en el más allá”, me dijo con su cara de niño y su sonrisa intacta aún. Feliz cumpleaños, poeta de la música.
Canciones que nos traen mil recuerdos
Muchas muchísimas felicidades y muchas muchísimas Gracias Silvio querido, tan querido!
1-por nacer, por existir, por seguir creciendo cada día, por ser un ser de otro mundo, un animal de galaxia y ser cubano y vivir en Cuba!
2- por crear esas canciones que nos traen mil recuerdos y sueños,canciones que no caben en ningún otro premio que el de los aplausos y la reproducción perpetua de tu obra en cualquier lugar del mundo,fastuoso o humilde te veneran porque tus canciones encierran poesía, cubanía y sabiduría espiritual, milenaria universal,
3 -por amar,
4- por escribir,
5- por cantar tan como solo tú cantas ,
6 -por hablar claro y por muchos ,
7 -por movilizar y criticar para mejorar, por defender, por luchar, por insistir,
8- por no ceder a las tentaciones que "dan fortuna" pero deshonran.
9- por abrazar las causas justas, por asumir sin miedo al enemigo
10 -gracias por Niurka González Núñez , Violeta y Malva Rodríguez González
11- gracias por habilitar y poner a mano recursos para ayudarnos a encontrar la inspiración y el aliento en los momentos más duros, por la palabra precisa, por la poesía y la melodía qué nos ayuda a sentir, a sonreír, a ser feliz o tener momentos felices y a llorar y sufrir por lo que vale la pena, a descartar tonterías, a perdonar, a descubrir a tiempo que la felicidad a veces se oculta frente a uno y no la vemos
12- por no ser insensible frente a la injusticia, por ser valiente,honesto por ser leal a tus convicciones, por creer en el ser humano, en los jóvenes y la fuerza de las ideas
Y la belleza en su estado más sublime
Muchas muchísimas felicidades a nuestro Silvio Rodríguez, Zurrón del Aprendiz - Silvio Rodríguez
Pasenla muyyy bien
El que expande su luz por todo el planeta.
Alexis Díaz Pimienta
SILVIO, FELIZ CUMPLEAÑOS
Hoy cumpleaños El Poeta.
En mayúsculas. En grande.
El cantautor. El que expande
su luz por todo el planeta.
Hoy cumpleaños El Profeta
de las mejores canciones.
Hoy en todos los rincones
Se le ve guitarra en mano.
Solo. Tranquilo. Cubano.
Llegando a otros corazones.
Hoy cumpleaños El Poeta
que a otros no-poetas salva.
El padre de Mau. De Malva.
De Silvito. De Violeta.
De Federico… El esteta
musical enniurkizado.
Hoy noviembre le ha prestado
su suave luz otoñal.
Hoy es un día fractal:
Hoy Silvio está ensilvismado.
Hoy “te doy una canción”
a ti que tantas nos diste.
Hoy, “ojalá” no estés triste,
grumete en “Playa Girón”.
Hoy, que haga su aparición
tu “unicornio azul” perdido.
Hoy tu música es un nido
de silviómanos devotos.
Hoy te están haciendo fotos
La Memoria y el Olvido.
Por todo lo que has cantado,
Por todo lo que has compuesto,
Por tu silencio indigesto
y tu grito de indignado.
Por tus cantos del pasado.
Por tu “yo más yo da yo”.
Por tu efecto dominó
en tantas generaciones,
hoy te gritamos millones:
—¡Silvió Rodríguez! ¡Silvió!
miércoles, noviembre 26, 2025
Esa misma rabia que nos ahoga en el mundo de hoy
Autor: Guille Vilar | internet@granma.cu
| Detalle de la portada del disco. Foto: Portada del disco |
11 de noviembre de 2025 19:11:34
Al evaluar la trascendencia de este disco, 50 años después de su edición, resulta inevitable recordar con nostalgia el impacto de su aparición en el mercado cubano de entonces; y, a la vez, nos ampara la certeza de estar ante un testimonio imperecedero del arte en nuestro país.
Días y flores de Silvio Rodríguez, editado en 1975 por la Egrem, constituye una singular oportunidad para sumergirse en una valiosa pieza de la cultura cubana, cuya profundidad conceptual adquiere una mayor vitalidad con el decurso del tiempo. Si en los primeros momentos de la salida del disco, este representó un acierto, al satisfacer la creciente demanda por la música del trovador, quien era seguido, sobre todo, a través de sus conciertos; Días y flores, como registro oficial que inicia lo que sería una extensa discografía, funcionó también cual presagio del rango creativo de relevantes proyectos que estarían por llegar, como Rabo de nube (1980) y Unicornio (1982), entre tantos otros.
Los factores humanos que intervinieron en su realización adquieren ribetes de leyenda: el tresero Pancho Amat, el guitarrista Pablo Menéndez, el bajista Eduardo Ramos, los pianistas Emiliano Salvador y Frank Fernández, los bateristas Ignacio Berroa y Leoginaldo Pimentel, los percusionistas Norberto Carrillo, y Daniel Aldama con Luis Ballard en la flauta.
Por otra parte, el maestro Frank Fernández estuvo al frente de la producción, además de asumir en buena medida la ejecución de los teclados, en su doble función de arreglista e intérprete. La grabación fue responsabilidad de todo un mito de la profesión, Jerzy Belc, y el diseño de la original portada es de Pablo Labañino.
En cuanto al aporte del propio Silvio al disco en cuestión, la crítica coincide en señalar que llama poderosamente la atención la madurez poco habitual en músicos jóvenes, por esa capacidad para asumir una amplia paleta de esencias genéricas de nuestra música, pero ajustada a sonoridades contemporáneas; al mismo tiempo que presenta una cabal declaración de los principios que, todavía hoy día, sostiene como hace cinco décadas.
Conformado por 11 canciones escritas entre 1967 y 1974, el connotado guitarrista y compositor nos muestra su intención de alcanzar un dramático equilibrio en el mensaje de la obra en su conjunto. Si bien el disco abre con una refrescante alegoría a la felicidad en Como esperando abril; nos confiesa la candente intimidad de Esta canción o alude a la intensidad de una belleza patente: En el claro de la luna y Pequeña serenata diurna, en otras como Playa Girón nos revela al Silvio inquisitivo, al trovador que, en su permanente voluntad de cuestionar, percibe nuestra capacidad espiritual para compartir las verdades que él defiende.
Como humanista, como promotor de una canción que no esté preconcebida para enajenarse, sino como un personal llamado para reflexionar en torno a las realidades que vivimos, ha conseguido que, en apenas tres minutos, permanezca intacta la lozanía del clásico que reverencia la epopeya del Mayor Ignacio Agramonte; o evocar la resistencia moral frente a la ignominia del fascismo, como lo reclama la canción Santiago de Chile.
Finalmente, cuando en este disco de 1975, Silvio acude al conocido exergo de Bertolt Brecht para interpretar la emblemática pieza Sueño con serpientes, coincidimos –ahora en 2025– en que hace rato él se ha convertido en uno de los imprescindibles; porque, desde su guitarra y el canto, nunca ha cesado de luchar por un futuro mejor; porque estamos convencidos de que la canción Días y flores fue escrita ayer, porque es esa misma rabia la que nos ahoga en el mundo nuestro de hoy.
Su poder reside precisamente en lo incómodo que resulta para todos
Cruzó América con una guitarra y un propósito. A sus 78 años, Silvio Rodríguez no llegaba como nostalgia, llegaba como presencia necesaria. En cada ciudad, el fenómeno se repetía; teatros que agotaban sus localidades, plazas que se transformaban en coro colectivo. Lo notable y trascendente, quizás no era que un septuagenario llenara escenarios, sino que su mensaje siguiera encontrando eco en generaciones que no habían nacido cuando escribió sus primeras canciones.
Los críticos lo señalan con el dedo fácil. Hablan de su postura política como si fuera un delito, como si un artista debiera ser transparente y simple como un vidrio. Pero Silvio es más bien como la madera; con vetas, nudos, historias grabadas en su fibra. El mismo hombre que es cuestionado en foros internacionales es el que lleva décadas cantando en prisiones cubanas, en barrios marginados, en espacios donde la fama no suele entrar.
Su poder reside precisamente en lo incómodo que resulta para todos. No es un juglar que canta lo que el público quiere escuchar; es un testigo que dice lo que cree necesario. Su voz interpela. Duele a veces, sana otras, pero nunca deja indiferente. Quienes lo atacan con saña quizás temen más a la coherencia que representa que a sus ideas concretas.
Hay hombres que se convierten en sus obras. Silvio ya no es solo un cantautor, es un territorio afectivo, un espacio sonoro donde millones encuentran refugio y pregunta.
Ha bajo el telón, por el momento, pero quedó lo esencial; un hombre que eligió ser fiel a su conciencia, y cuyas canciones siguen caminando por el mundo, libres y necesarias como el aire. Gracias Silvio, por contribuir con tu arte a que esta isla pequeña se haga sentir por el mundo
El cantautor cubano Alejandro Garcia «Virulo» vuelve a Xalapa
Xalapa se llenará de humor este próximo jueves 27 de noviembre con el espectáculo “Marquetín Mejicano” del humorista y cantautor cubano Alejandro Garcia «Virulo» en el “Teatro J. J. Herrera” a las 20:00 horas.
El humorista y cantautor conocido cariñosamente como “Virulo” se presentará en la Ciudad de Xalapa, Veracruz, con un nuevo espectáculo tanto en composición, temática e incluso tecnología, con lo que le regalará al público momentos de alegría, risas y conciencia.
En esta ocasión estará acompañado de Rachid López, gran guitarrista del compositor Silvio Rodríguez y Sebastián Garcia, hijo de Virulo.
Después de la presentación de este nuevo espectáculo donde hace un reconocimiento al ingenio mexicano por nombres de algunos negocios que son originales, simpáticos e ingeniosos, el maestro Virulo compartirá un hermoso concierto donde brindará a los asistentes, sus temas icónicos como El Mole, El Latín lover, El charro chaparro y por supuesto El colibrí.
Los boletos están a la venta únicamente en “Cochinita Monforte” (Miguel Palacios #3, casi frente al teatro J. J. Herrera) y en taquilla el día del evento. La entrada es general y el costo es de $200.Más informes al Whatsapp 2281188461.
"Canción de luz», un homenaje colectivo a Ángel Quintero a través de once nuevas versiones de su repertorio
viernes, noviembre 21, 2025
Silvio en Hay Festival 2026 de Colombia
Del otro lado, desde lo político y lo creativo, el mítico cantautor cubano Silvio Rodriguez (que viene de dejar conciertos en Cali y Medellín, después de mucho tiempo) conversará con Daniel Mordzinski, presentando el libro que han escrito juntos: Silvio Rodríguez, diario de un trovador, con textos del cantautor y más de 140 fotografías de Mordzinski.
Silvio, los progresistas y Cristian Castro.
Me da mucha emoción ver los videos del reciente concierto de Silvio Rodríguez en Lima, ver cómo al menos tres generaciones siguen cantando de memoria sus temas de ayer y hoy; ver cómo siendo 2025 todavía hay adolescentes que, entre Tiktok y memes, se sienten acompañados con Donde pongo lo hallado o Óleo de una mujer sombrero. Silvio, el viejo Silvio, congregando a miles en su concierto a poco de cumplir 79 años, me hace sentir que hay esperanza en la humanidad; no todo está perdido, me digo.
Luego me acuerdo de que allí, sentados las zonas más cercanas al escenario, hay progresistas de esos que hace años no progresan, ya saben, esos tipos que cantarán El Necio a viva voz y al día siguiente saldrán a terruquear al prójimo.
Es feo oír sus voces gastadas pero más feo es ver cómo desafinan sus almas. El propio Silvio sabe que, en Perú y toda Latinoamérica, esos señores y señoras existen, y que en gran parte esos sujetos paran la olla y hacen que las giras sean rentables. Hasta compuso una canción en honor de esa gente, una que dice “desde una mesa repleta cualquiera decide aplaudir / la caravana en harapos de todos los pobres”, pero no es de las más conocidas y los aludidos no se dan cuenta de la burla. Da igual. Allí están, sentados, sin que les afecte —o les pese— ser todo lo contrario a lo que Silvio representa.
Me divierto detectando esa contradicción, que a veces llega a niveles de terror. Como soy silviófilo —todo un nerd de Silvio, en serio—, detecto rápidamente a esos granujas. ¿Se acuerdan del ministro Alberto Otárola? Sí, ese mismo, el carnicero, el que avaló todo lo que pasó en Perú desde que Dina Boluarte tomó el poder en diciembre de 2022. Pues resultó ser uno de esos “progresistas”. Cuando murió Nano Guerra García —otro progre tentado por el lado oscuro— lanzó el siguiente tuit: “lo más terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida”. ¡Ampay! Canción del elegido, 1978, dedicada Abel Santamaría, el revolucionario del movimiento 26 de julio al que la policía de Batista le arrancó los ojos.
O como cuando vi a aquel chico de la universidad que no solo cantaba temas de Silvio: había aprendido sus canciones en guitarra y tocaba entre clases. Pues en plena campaña presidencial del 2021 lo vi, luego de muchos años, en un video viral: se volvió profesor y le decía a sus alumnos que no voten por Verónika Mendoza, porque es una “roja asquerosa”.
Todos nos hemos encontrado con señores así, y señoras. Esos progresistas que han cambiado totalmente pero aún quieren gozar de esa aura de ser “de avanzada”, personas con “sensibilidad rebelde”. Cuantos Otarolitas y Nanitos se sientan en esos auditorios a escuchar fascinados los acordes de Ojalá.
No me malintepreten: no hay nada de malo en ser realista, crecer y moderarse. Pasar de cantar Fusil contra fusil a ser un pequeño burgués que contrata los servicios de Prosegur es algo que puede ocurrir; pasar de cantar “la rabia imperio asesino de niños” a calentar el asiento en alguna dependencia de Usaid es parte de la vida (y de la derrota, porque no hay que olvidar quién perdió la Guerra Fría). ¿Pero ser amante de Silvio y llegar a los cuarenta a terruquear? ¿Hacerle ascos a líderes sociales por rojos? Lo peor, lo alucinante, es seguir yendo a sus conciertos después de la metamorfosis. ¿Por qué lo hacen? Claramente no es para que el trovador les recuerde quienes fueron.
¿Será parte la magia de Silvio? Alguna vez le comenté a alguien que el cantautor cubano parecía haber compuesto sus canciones abiertas a interpretaciones adrede, para que la gente pudiera seguirlas escuchando sin mojarse ni comprometerse, porque la gente cambia. Ahí está por ejemplo Por quien merece amor (¿Te molesta mi amor?), que parece una canción romántica pero en realidad fue compuesta reivindicando el derecho de Cuba de ayudar a la guerrilla de El Salvador a inicios de los ochenta. Es el amor de los pueblos en pie de lucha, idiota. O el célebre Unicornio azul, que parece una alegoría comodín para cualquiera que alguna vez perdió “algo”. Pamplinas: fue escrita en alusión a un hombre cuyo hijo había sido desaparecido luchando en la guerrilla. Lo que en Perú varios de los asistentes al concierto de Silvio llamarían “el hijo terruco”.
Sí, me es horrible ver el concierto y saber que también están esos tipos. Gente como Mirko Lauer. que no creo que haya ido a uno últimamente pero que en su juventud fue un revolucionario caserito de la Casa de las Américas en La Habana, en el mismo tiempo en que la institución impulsaba la carrera de Silvio y Pablo Milanés. Pues esta misma semana Mirko Lauer inventó una estúpida teoría de conspiración según la cual el embajador de Cuba —un funcionario cuya identidad es pública— era un espía que trataba de desestabilizar al Perú. Ya antes Lauer había comparado las protestas sociales del 2023 en Puno con el “Estado Islámico”.
Pero bueno, una cosa me hizo olvidar a todos esos zánganos y alegrarme genuinamente. Fue saber que en el concierto de Silvio en Lima estuvo Cristan Castro. La gente se ríe de su presencia, piensan que es algo estrafalario, una roca. No lo es. La historia se remonta a inicios de los noventa, cuando Cristian Castro apenas empezaba su carrera. En pleno periodo especial y desaparecido el bloque soviético, Miami ejercía presión para tumbarse a Castro (el barbudo). Verónica Castro, la madre de Cristian y que entonces conducía La Movida, se declaró admiradora de Silvio; no solo viajó a Cuba sino que invitó al cantante a su show en México. Por hacerlo, fue hostilizada por el star-system de Miami (por esos años, Andy Montañez fue “cancelado” por abrazar al trovador cubano). En el set de televisión de Verónica Castro, Silvio cantó algunos de sus temas más célebres acompañado por primera vez con una orquesta de jazz afrocubano de lujo: Diákara. Fue hermoso.
Así comenzó esa conexión, por la valentía de una actriz que no tenía nada que ganar (de hecho, mostrar amistad con Cuba en esos años era igual a tener represalias de los poderosos Estefan) pero sí principios que defender, y que se comió el pleito. La noche del concierto en Lima, cuando finalmente llegó al camerino y pudo ver a Silvio, Cristian Castro lloró.
Esa valentía original, de una estirpe pop aparentemente frívola, de telenovelas y videoclips, se me hace mucho más digna que la de esos progresistas peruanos, presuntos intelectuales, sentados en zona Platinium, que mencionan a Silvio en su educación sentimental y cantan de memoria pero no dicen ni dirán media palabra cuando acusan de terrorismo, sin pruebas, a compañeros políticos, solo por no ganarse líos, pensando que a ellos no les tocará.
(Por Juan Manuel Robles. Hildebramdt en sus trece # 757)
Lien Rodríguez abre concierto de Silvio en Medellín
“Él tenía mucho interés en que se escuchara mi música allí. Me contactó a través de su productora y yo, por supuesto, me puse muy feliz”, aseguró en entrevista exclusiva para el periódico Girón la también guitarrista y violonchelista.Antes de comenzar la presentación de quien definió como “el hombre más hermoso del mundo”, Lien, acompañada de su guitarra, interpretó cuatro temas de su autoría: Camino de la seda, Hija mía, Pájaro mañanero y Cancioncit Llegue muy temprano, probé sonido, pararse frente a 30 000 personas es algo emotivo. En el 2015, había estado en el Luna Parck, en Buenos Aires, Argentina, pero en esa ocasión fueron 10 000. Desde que entré al escenario me acogieron con mucho cariño y todas las canciones recibieron aplausos hermosos”.
El público que abarrotó el Estadio Polideportivo Envigado, en esa urbe capital del departamento de Antioquía, le escuchó cantar la letra que habla de “Matanzas, puerto de encanto, Matanzas, guitarra que no quiebra, Matanzas, yo te sigo amando…”, un hermoso homenaje a la Ciudad de los Puentes.
“ Esos temas los elegí porque son fuertes musicalmente, tienen carácter, y se trataba de un estadio, un espacio muy grande. Hablan de mi ciudad, de mi hija, en el caso de Pájaro mañanero, da título a mi último disco. Terminé con el tema de la Kalimba, Cancioncita, para hacer un recorrido lo más variado posible"
| Matancera Lien Rodríguez abre concierto de Silvio Rodríguez. |
“ A Silvio lo conocí hace muchos años, en diferentes conciertos que tuvimos, en homenajes que se le hicieron a su música. Además, mi hija Luna Pantoja toca con su hija Malva Rodríguez y ahí hay un lazo familiar muy hermoso”.Nacida en Matanzas en 1975, Lien Rodríguez ha compartido escenario con Pedro Luis Ferrer, Liuba María Hevia, Haydeé Milanés, entre otros. Acerca de ella, la trovadora Marta Valdés expresó: “Ya tenemos a Lien en toda su grandeza como compositora e intérprete única. La vida lo ordena todo. Ya tenemos a Lien con sus cuatro letras”.
De gira con mi familia
"Me llenó de afectos y ternuras conocer a gente que quiere tanto a mi papá. Eso es algo que no notaba de pequeña, o no lo entendía, pero ahora sí".
por Malva Rodríguez González
noviembre 12, 2025
Foto: Kaloian.
Desde finales de septiembre salimos de casa para embarcarnos en una gira por cinco países: Chile, Argentina, Uruguay, Perú y Colombia (eso sin contar el concierto que le dio comienzo en La Habana ).
Ha sido como volver a mi infancia. De pequeña, antes de empezar en la escuela, solía acompañar a mis padres de gira y estuve tras bambalinas, en mi cochecito, en muchas de estas ciudades. Esta vez me tocó venir como músico, haciendo coros y tocando piano, así que dentro del sentimiento de nostalgia descubrí toda una nueva faceta de mi profesión.
Durante los ensayos en los estudios Ojalá. Foto: Kaloian.
Antes de partir, nos pasamos un mes entero ensayando todos los días en los estudios Ojalá. El grupo, a pesar de llevar bastante tiempo sin tocar juntos, remontó el repertorio rápidamente con alguna que otra nueva adición. Durante este proceso comenzamos a armar el esqueleto de lo que sería el programa de los conciertos.
Se prepararon casi 4 horas de música. De hecho, hacíamos la broma de que con todas las canciones que montamos se podían hacer dos conciertos completamente distintos.
Por supuesto, uno ya tiene una idea de cuál va a ser el orden del programa desde antes del primer ensayo. Sin embargo, nunca se sabe hasta que se empieza a tocar. Y, aun después de planificarlo, a lo largo de la gira se hicieron un montón de ligeros cambios. O sea, podríamos decir que el programa resultó una guía general, más no definitiva.
Foto: Kaloian.
Por mis estudios tengo un poco más de experiencia práctica en tocar música académica, lo cual en estos casos tiene una dinámica bastante diferente. En resumen, nunca había tenido la experiencia de tocar tantas veces en público un mismo concierto y descubrí que es verdaderamente enriquecedor. Frente a una audiencia se descubren cosas nuevas de las piezas y mientras más se ejecutan, más se enriquece la interpretación.
Cada concierto es una experiencia completamente distinta. La manera en que nos escuchamos, la energía del público, la voz, todo se siente diferente a medida que pasan los días.
Foto: Kaloian.
Mi participación en los conciertos, a excepción de algunos coros, fue en un pequeño aparte familiar para homenajear a compañeros de papá que lamentablemente ya no se encuentran entre nosotros. Cantamos “Créeme” juntos, como lo solían hacer Vicente [Feliú] y su hija Aurorita; “Es más, te perdono”, de Noel [Nicola], a quien me cuentan que conocí muy chiquita, y la mítica “Yolanda”, de Pablo [Milanés]. Esta sección del concierto se concibió de una forma muy orgánica.
El preludio de estos pequeños “apartes” comenzó en España, tras el fallecimiento de Eduardo Aute. Papá y yo habíamos ensayado alguna vez “Dentro”, para un homenaje que se le hizo, donde nunca la llegamos a tocar y a mí siempre me gustó mucho su canción “Albanta”. Tanto así que me la aprendí al piano y mi mamá me grabó un videíto cantándola, para mandárselo a los Aute (nuestra familia española). Unos meses después, cuando los conciertos de España en 2021, justo saliendo de la pandemia, papá decidió incluir estas dos canciones para recordar a Eduardo. Esa fue la primera vez que tocamos juntos.
Malva con Niurka González, su madre. Foto: Kaloian.
Después, en 2022, de golpe fallece Vicente y en los conciertos de México tocamos “No es fácil” y “Créeme”. En 2023 lo siguió Pablo, y en el concierto en la Isla de la Juventud cantamos “Yolanda”.
Silvio Rodríguez y Malva Rodríguez interpretaron a dúo la canción “Créeme”, homenaje a Vicente Feliú en México en 2022. Foto: Kaloian.Esta vez no sabíamos si se iban a hacer todas las canciones como parte del programa, si irlas alternando entre concierto y concierto o ponerlas como bises. Sin embargo, desde que las tocamos juntas por primera vez en el concierto de la Escalinata de la Universidad de La Habana, supimos que no podíamos hacerlo de otra manera. Como dice papá: “Hay canciones que debemos seguir cantando”, y decidimos hacerlo desde la familia.
Muchas personas me preguntan qué se siente tocar con mis padres. En verdad lo disfruto mucho. Es una experiencia muy enriquecedora como músico, ya que ambos son excelentes profesionales. Precisamente por eso también puede llegar a ser un poco intimidante, pero a eso me sobrepongo.
Todo el asunto de “irse de gira” a lo mejor puede sonar muy glamuroso, pero les confieso que, cuando llevas un mes trabajando fuera de casa, con una maleta y lavando ropa en las bañaderas de los hoteles —el servicio de lavandería suele ser carísimo—, se extraña el hogar. Sin embargo, la compañía ha sido una fortuna inmensa.
Silvio y Malva Rodríguez saliendo a escena. Foto: Kaloian.
Se sentía como estar en una residencia estudiantil (muy bien equipada) con un montón de compañeros y amigos que al final terminan convirtiéndose en familia. Se crean bromas internas a partir de anécdotas del día a día y eso hace que el tiempo transcurra más rápido.
Malva Rodríguez al piano, Silvio Rodríguez y Niurka González. Foto: Kaloian.
En los momentos libres, a veces a deshora, se emprendieron pequeñas odiseas en busca de pizza y helado, se celebraron cumpleaños, campeonatos de juegos y hasta despojos místicos. Por eso, a pesar de estr moviéndonos constantemente de un lado a otro, apenas sin tiempo para adaptarnos, cada sitio se parecía un poco a casa, porque estábamos todos juntos.
Durante la visita a Lucía Topolansky, compañera del fallecido expresidente uruguayo Pepe Mujica. Foto: Kaloian.
Me llenó de afectos y ternuras conocer a gente que quiere tanto a mi papá. Eso es algo que no notaba de pequeña, o no lo entendía, pero ahora sí. El pensar que cada persona que va a los conciertos tiene una historia que la conecta con su música. Poder ver y comprender cómo todo ese amor es resultado de años y años de arduo trabajo; de tratar a los demás con respeto y de ser consecuente. Ver el resultado de su labor me inspira mucho a seguir estudiando y aprendiendo.
Las manos de Silvio y Malva. Foto: Kaloian.
Para mí es un privilegio muy grande poder trabajar con mi familia y vivir todas estas experiencias juntos: Oliver, Jorgito, Jorge Reyes, Emilio, Rachid, Maykel, Olimpia, Enzo, Jurek, Amin, Abdito, Frank, Juli, Fer, Horacio, Héctor, Romina, Silvia, Kalo, Martín y, por supuesto, mis padres Niurka y Silvio. Fui la más joven del grupo, y aún estoy sacándole un provecho tremendo a aprender de músicos tan talentosos, disciplinados y, sobre todo, bellas personas.
Mm“Un equipo tan maravilloso como este, al que pueda llamar también familia”. Foto: Kaloian.
Aunque extrañé mi casa y, sobre todo, mi piano, el haber llegado al final de este viaje me resulta un tanto agridulce. Estamos cansados, pero felices. Espero algún día poder lograr que salir de gira, más que una experiencia, sea mi trabajo, y poder rodearme de un equipo tan maravilloso como este, al que pueda llamar también familia.
“La más joven del grupo”. Foto: Equipo Ojalá.
Paula Ferré, Silvio Rodríguez y la promesa cumplida
Trovadora argentina; fue telonera en el primer concierto de Silvio Rodríguez en Buenos Aires, durante su reciente gira latinoamericana. La invitación para ella tuvo "un valor enorme" también "porque provino directamente de él: un hombre de palabra y de una sensibilidad inmensa".
por Rey Montalvo
noviembre 16, 2025
Paula Ferré. Foto: Kaloian.
Antes del primer acorde de Silvio Rodríguez en el Movistar Arena de Buenos Aires, antes de que Martí llegara en su voz, antes de que propusiera fundar un partido de sueños y vistiera la noche con su épica de trovador incansable, una mujer subió al escenario con una guitarra.
Paula Ferré, la misma del Canto de Todos de Vicente Feliú, la fundadora de MUJERTROVA, la que impulsa desde Argentina la integración entre artistas de varias partes del mundo, no fue solo “el preámbulo” de la promesa de un concierto para agradecer la vida, para sostener la esperanza. Su voz, calidez y lírica cubrieron al público de buena vibra, la primera sustancia que se necesita para ser feliz.
Foto: Kaloian.
“Antes del concierto, pensaba que un lugar tan amplio y con tantas personas me provocaría vértigo. Sin embargo, gracias al recibimiento del público, me sentí muy cómoda. Pude habitar el escenario con soltura y alegría.
”Fue emocionante entrar, y que unas casi 4 mil personas me recibieran con tanto cariño. En la segunda canción ya el público había aumentado considerablemente, y para la quinta, había casi 10 mil.
”Cantar ante tanta gente implica una gran responsabilidad. No era la primera vez, recuerdo haber estado con Vicente Feliú, León Gieco y otros cantores, en el 80 aniversario del natalicio del Che en Rosario, frente a unas 50 mil personas.
”Pero esta vez fue especial. Se trataba de un concierto en un lugar cerrado, con más intimidad. Me encantó el público, todo el tiempo consciente de mi presencia, con la disposición de escuchar y apoyar mi actuación, a pesar de que era bastante más temprano de la hora pactada para el comienzo de Silvio.
”Disfruté compartir con toda esa gente hermosa, muchas vinculadas a organizaciones sociales, otras que me conocen por mi militancia cultural; a todas nos unía el amor por la música de Silvio, un verdadero maestro.
”En 2019, me envió una invitación para formar parte de la Gira por los Barrios que él realizaba en Cuba. Estaba previsto que sucediera en junio de 2020, pero la pandemia lo impidió. Sin embargo, fiel a su estilo y a su palabra, él no se olvidó de esa propuesta.
”Por eso, me honró profundamente con este regalo. Fui su primera telonera en los conciertos que realizó en Buenos Aires. Ese gesto tiene un valor enorme, no solo por la oportunidad artística, sino porque provino directamente de él: un hombre de palabra y de una sensibilidad inmensa.
Foto: Kaloian.
”Llegué a sus canciones cuando tenía trece años, en aquellos fogones de la playa mientras descubríamos la pasión por la guitarra. En 1984, cuando vino a la Argentina, fue decisivo para mí. Pude conocer su obra con más profundidad y comprender la magnitud de su poesía.
”Lo conocí personalmente mucho después, en 1997, en la casa de Vicente Feliú. Me habían invitado a un almuerzo y no sabía que Silvio estaría. Cuando lo vi llegar, me emocioné tanto que empecé a llorar.
”Él se acercó, preguntó por qué lloraba. Le respondí que había conocido Cuba a través de sus canciones y que me emocionaba muchísimo verlo en persona. Entonces dijo entre risas que era una trovadora lacrimosa y que, si hubiera sabido que alguien podía conocer los paisajes del país a través de sus canciones, habría escrito mucho más sobre cada rincón.
”Aquella tarde pasamos más de tres horas escuchando sus historias, incluso sobre la guerra de Angola. Compartimos canciones con Vicente y otros invitados. Fue un encuentro tremendamente humano y luminoso, de esos que se graban para siempre.
”En 2019, nos reencontramos en Ojalá, y allí se comprometió a grabar juntos una de mis canciones. Después, el material fue utilizado para acompañar la lucha por la liberación de Milagro Sala, una mujer indígena, presa injustamente por el gobierno de Macri, que aún continúa detenida. La grabamos a la distancia en medio de la pandemia. Se llama Mujer originaria, se encuentra en todas las plataformas, y sirve también como homenaje a los pueblos originarios que sufren tanto y resisten en nuestros países del sur.
”Yo soy una ferviente militante de la canción colectiva. Creo que la música es mucho más valiosa cuando representa a un grupo de artistas, una visión compartida del mundo, intereses comunes, dolores similares y aciertos que celebramos juntos y juntas.
”MUJERTROVA surge en 2013 con la necesidad de visibilizar el trabajo de las mujeres trovadoras de mi país. Con el tiempo, el proyecto comenzó a incluir invitadas internacionales, convirtiéndose en un encuentro que, aunque se realiza en Argentina, abarca a más de 70 compositoras latinoamericanas.
”Todas ellas defienden su obra con algún instrumento y están comprometidas con su entorno, llevando su música y mensaje a la sociedad de manera activa y consciente.
”Si bien yo soy la fundadora, MUJERTROVA es un movimiento que se construyó entre todas. Nuestra madrina es Teresa Parodi y nuestro padrino, Vicente Feliú. Ellos nos acompañan e inspiran en este camino.
Foto: Kaloian.
”También formo parte del Canto de Todos. Estos colectivos se crean para armar cofradía, construir identidad, para resistir y proyectarse dentro de una sociedad, a veces, bastante hostil, tanto para las mujeres como para los artistas en general, cantautores y cantautoras. A mí me gusta estar ahí, en la manada.
”En 2016 fundé La Casa Museo de la Trova Argentina, un poco inspirada también por Vicente. Él convivía con mi familia todos los años, en mi propia casa. Tuve el placer de gestionarle 17 giras por el país.
”En mi sala, entre más de 50 músicos, festejamos el último cumpleaños de Humberto del Monte Mar, y ese día de marzo de 2016 fundamos oficialmente la Casa.
”Desde entonces, mi propio hogar se ha convertido en un espacio vivo de la cultura latinoamericana. Recibimos cantoras y cantores de muchas partes del mundo, cuentacuentos, poetas; proyectamos largometrajes, hacemos ferias, festivales; tenemos una exposición con libros, discos, carteles. Hemos organizado más de 60 conciertos, entre ellos, por supuesto, algunos de Vicente, Teresa Parodi, Cecilia Todd y toda MUJERTROVA.
”La Casa Museo, en definitiva, es mi propia casa. Entonces las personas no solamente llegan a escuchar un concierto o a ver objetos, sino que viven una experiencia completa: les abro mi intimidad, mi familia, los recibo con amor y dedicación.
”Ahora, a punto de cumplir 10 años, vamos a lanzar el proyecto de la Casa Museo de la Trova Virtual. A través de videos, mostraremos objetos del lugar, anécdotas, para que cualquier persona, desde cualquier parte del mundo, pueda conocerla y vivir, aunque sea a la distancia, la experiencia de este espacio tan particular.
”Mi estudio de grabación, es otro proyecto que llevo adelante junto a Adrian Ocdriozola, mi compañero de vida. Actualmente, se utiliza para nuestras producciones y para la grabación de los alumnos del Taller Canto Sincero, que dicto desde hace varios años y que en mayo de este 2025 pude brindar en Islas Canarias en formato de master class.
”En este taller de interpretación, promuevo que vivan la canción como una ofrenda y como una forma de ver el mundo, más que como un simple espectáculo.
”Ahora mismo estoy trabajando en mi próxima producción discográfica, Palomas del bien, Paula Ferré canta a Humberto del Monte Mar, que espero editar para 2026.
Foto: Kaloian.
”Seguiré adelante, confiando en mi camino. Capitalizando esta experiencia con Silvio, fomentando nuevos espacios y oportunidades más certeras para mí y para mis compañeras y compañeros. Seguiré abriendo pasajes de la canción en el mundo, mediante iniciativas que promuevan conciencia, reflexión, compromiso social y militancia a través del arte
”Ojalá que toda esta repercusión en la prensa por estos días, se traduzca en nuevas oportunidades, porque soy una trabajadora de la cultura. Que se abran puertas a festivales nacionales, hoy monopolizados por los hombres, y a encuentros internacionales que permitan seguir sembrando vínculos y redes con otros y otras colegas. Estoy feliz y agradecida de la invitación de Silvio; es un privilegio formar parte de esta historia. Fue una experiencia profundamente hermosa y reconfortante ”La canción de Silvio Rodríguez es muy amada en mi país. Pero, en este momento de tanta crueldad, desigualdad e injusticia, su música se convierte en un gesto de rebeldía y resistencia que la gente necesita más que nunca. Por eso sus canciones siguen vigentes, tan dolorosamente actuales, para nosotros y para toda Latinoamérica. En el contexto político de Argentina, son una bocanada de aire fresco para una parte de la sociedad que busca cambiar esta realidad y necesita construir un país más justo.”





























