Por Rodrigo González
Un día como hoy pero de hace un año, nos sorprendió la noticia del fallecimiento del gran Feliú Vicente, miembro fundador de la Nueva Trova Cubana, movimiento cultural y musical, originado oficialmente (burocráticamente) en 1972 y que revolucionó el cancionero cubano.
El autor de #Creéme se consolidó como uno de los elementos fundamentales de la transformación poética, de identidad y de temáticas que causó y sigue causando revuelo y resonancia en Iberoamérica. Su estampa y figura es tan importante como el reconocimiento mundial que se le ha brindado a Silvio Rodríguez, quien ha reconocido en diversas ocasiones la importancia del mayor de los hermanos #Feliú sobre los frutos que sembró la Nueva Trova Cubana.
La condición de poeta de #VicenteFeliú siempre fue evidente, y en su canción destacamos ese puente entre el oficio de la Vieja Trova Santiaguera y su canción, es decir, la vida cotidiana y el amor siguen presentes en las temáticas pero contada de otra manera. A este canto le agregamos ciertas dosis de revolución y de luchas guevarianas.
La trova de Vicente es en esencia una victoria de la palabra, del canto humano y de la libertad. Su obra grabada no es tan extensa en comparación con la de otros exponentes de su generación; sin embargo, es tan profunda y nos cuenta lo esencial del tiempo que le tocó vivir.
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